Durango

Daños en las reservas de la biósfera: Profepa

JUAN M. CÁRDENAS

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reconoció que aún prevalece la cacería furtiva en la reserva de la biósfera de La Michilía, y el saqueo de cactáceas endémicas en Mapimí.

 IMPACTO ECOLÓGICO Paulino Córdova Quiñones, delegado estatal de la Profepa, reconoció que la Dirección de Vigilancia de la reserva de la biósfera de Mapimí ha detectado que se siguen extrayendo cactáceas que únicamente se dan en esa región, que incluye a la Zona del Silencio.

Entre la flora saqueada se encuentran ejemplares como lechugilla, cactus y nopal, que al ser únicos en el mundo están protegidos por norma federal.

 

La reserva de la biósfera de Mapimí es una de las dos áreas naturales protegidas por la Federación que tiene Durango. Esto ha permitido una mayor vigilancia para cuidar la flora y la fauna del lugar pues uno de los principales impactos tradicionalmente era la extracción de ejemplares de cactáceas, a manos de lugareños, turistas o investigadores del Distrito Federal que desconocían la norma.

El Delegado de la Profepa resaltó que se ha reducido en los últimos años la extracción de cactáceas de la reserva de la biósfera de Mapimí, pero es un problema que no se ha erradicado.

 CACERÍA FURTIVA La segunda zona protegida de Durango por el Gobierno Federal es la reserva de la biósfera de La Michilía, que a pesar de los Comités de Vigilancia comunitaria sigue registrando cacería furtiva, sobre todo de ejemplares de jabalí.

Esta especie se encuentra protegida también por norma y sólo se puede cazar con permiso de las autoridades federales; sin embargo, prevalece la presencia de cazadores que violan las normas federales para matar animales.

A pesar de estas irregularidades, la Delegación de la Profepa no emprendió procedimientos legales conta los responsables de cacería o saqueo de flora, pues apuesta a la conciencia de la gente para evitar incurrir en los delitos.

 ASEGURAN MADERA

Córdova Quiñónes informó que el fin de semana pasado la Profepa aseguró 23 metros cúbicos de madera, que eran trasladados en un camión que carecía de los documentos para acreditar todo el producto. Esto sucedió en la carretera Durango-Mazatlán, a la altura de Estación Coyotes.

Escrito en: biósfera, reserva, Profepa, cactáceas

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