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Durango

El mito de la Fundación

La historia se creó en base a la tradición oral, no por el sustento en archivos que comprueben la veracidad de los acontecimientos.

Víctor Valles

La ciudad de Durango está próxima a celebrar el 450 aniversario de su fundación. ¿Pero en realidad el 8 de Julio de 1563 se llevó a cabo tal acto? La historia local está llena de crónicas, que sí bien se encuentran plasmadas en distintos libros, no tienen justificación clara en muchos de los casos.

Desmitificar aspectos de este acontecimiento que se defienden como verdades históricas, sin menospreciar la importancia que tiene la tradición oficial como aglutinador del imaginario colectivo, es una acción impostergable para sustentar con material lo que es realidad o mito, consideran expertos.

De acuerdo a una investigación realizada por El Siglo de Durango, la mayor parte de la historia temprana de la ciudad se basó en el Libro "Noticias Históricas y Estadísticas de Durango" escrito por Fernando Ramírez en 1851. Él afirmó que la fecha posible de la fundación de la Villa de Durango es la que se conmemora en la actualidad, pues no existe el acta original.

Sustentó su teoría por dos mercedes (recompensas por tal o cual acto a personajes de la sociedad) de tierra que vio concedidas el 8 de Julio de 1563. Fernando Ramírez dedujo que la fundación de la ciudad se efectuó en tal fecha, basado en un inventario de papeles del ayuntamiento que se practicó en 1606 dice.

En un libro de cabildo, relata, se encontró una inscripción en la que se define como escribano o redactor a Sebastián de Quiroz y como firmante a Francisco de Ibarra. En ella se realiza la cesión de dos propiedades, descritas como Navacoyán y Guadalupe.

Verdad o Mentira.

Afirmar que la fundación de Durango se realizó el 8 de Julio de 1563, basados por las actas de merced de tierra que la sustentan, no es mala interpretación. El Historiador Miguel Vallebueno Garcinava afirmó que la distribución de tierras, era parte del protocolo a seguir cuando se erguía una ciudad.

Basado en sus estudios, Vallebueno aseguró que Fernando Ramírez se "robó" los documentos primarios de Durango y se los llevó para Alemania. Él murió allá y su viuda vendió los papeles a Universidades Norteamericanas, donde tal vez pudiera encontrarse el acta de fundación.

Dijo que la tradición oral es una fuente no confiable que puede caer en un mito, pero como esta palabra suena grotesca, se le llama costumbre.

En el Archivo Histórico Estatal, por otra parte, sólo se cuenta con un traslado que el Gobernador Francisco de Ibarra hizo en 1563, del nombramiento de contador en la persona de Bartolomé de Arriola. No hay más documento probatorio de la fundación de la ciudad.

Mientras, en el Archivo Histórico Municipal, no se tiene registro alguno de ese año, menos del acontecimiento; su encargada, Martha Leticia Castañeda, confirmó que solo se conserva documentación del siglo XVIII.

"Los documentos ya no están, se perdieron y quemaron por descuido a lo largo de la historia del municipio", expresó.

La responsable comentó que hay interés por conseguir material, por eso se creó un concurso denominado "Fotografía Antigua", para rescatar de los ciudadanos sus memorias familiares.

Por lo tanto en el Museo Regional de Durango, así como en el Archivo Histórico de la Arquidiócesis, los documentos relacionados con este tema son terreno desconocido.

Mercedes de Navacoyán.

Sin embargo, hay quienes dan por hecho que la fundación de la Villa de Durango se realizó en la fecha que se conmemora: "Es un hecho que Durango se fundó el 8 de julio y se tardaran uno o dos días en hacer la repartición de tierras, pues las escrituras se instituían a mano", opinó el Historiador, Fernando Lazalde Montoya.

La labor de Navacoyán, explica, se conformó de dos libros de más de 150 hojas cada uno, estos contienen traspasos elaborados en 1793, con mercedes que realizó Francisco de Ibarra, dos de ellas concedidas el 8 de julio de 1563.

Fernando Lazalde, que posee copias de los documentos, supone también que la fecha de fundación fue ese día, mes y año, pues no existe en los pasajes registro más antiguo que el de estas dos dádivas.

Los libros se recuperaron de la Hacienda de Navacoyán, pertenecientes a la Familia Pérez Gavilán. Es un acopio sobre una parte de ese terreno, que estaba compuesto de varias parcelas.

Aunque no son documentos originales firmados por Ibarra, son elementos comprobarles, como los que tuviera en sus tiempos Fernando Ramírez. Los legajos son copias del documento original, escrito por Sebastián de Quiroz, escribano en aquel entonces.

"El traspaso lo solicitaba quien adquiría una tierra. Acudían al cabildo por una copia, que perpetraba el escribano, para legitimar el terreno", comentó Lazalde Montoya.

La repartición de terreno dice así: "Yo, Francisco de Ibarra, Gobernador y Capitán General por su majestad, del nuevo descubrimiento de Copala y otras provincias, por cuanto el Valle de Guadiana que yo descubrí, asenté y traje una población de españoles".

En el séptimo renglón señala, "Una legua abajo del rio del Guadiana, desde la estancia que tiene Alonso de Pacheco en Navacoyán" y concluye así "fecho en la Villa de Durango a ocho días del mes de Julio de mil quinientos sesenta y tres".

En base a los testigos que aparecen en las mercedes de tierra de la labor de Navacoyán, Lazalde estima que fueron menos de 30 personas los que estuvieron presentes en la repartición de tierras, pues los nombres se redundan en varias de las actas.

Mercedes de Guadalupe.

El respaldo de la fundación existe, pero no en museos, instancias gubernamentales o culturales. Una de las pruebas más importantes está en otro libro donde se asientan las mercedes de tierra de la Labor de Guadalupe.

Estos documentos son analizados por el Historiador Miguel Vallebueno Garcinava, que afirmó, "Ibarra estuvo en Durango y repartió tierra el 8 de Julio de 1563, este libro es un traspaso de las originales, pero están hechas por un notario fidedigno".

El traslado fue escrito en 1890; cuenta con dos mercedes que al igual que las actas de Navacoyán, en estas la fecha más antigua que aparece en esta obra de más de 200 hojas, es la que sostiene el Historiador.

Lo acontecido.

No existe prueba física que especifique lo acontecido en el acto de fundación. Lo que se sabe, es interpretación hecha por expertos en base a la tradición oral.

El Historiador Javier Guerrero destacó que el acto se compuso de tres elementos: la lectura del bando solemne o acta de fundación, que se lee a los cuatro vientos; el oficio de una misa de la cual no existe registro, pues el archivo de la catedral se quemó. Además, la entrega de las mercedes reales, donde al contar con uno de estos tres puntos se puede legitimar el suceso.

Pero Fernando Lazalde contrastó con la versión, pues aseguró en aquel entonces no había nada, "si hubo misa fue a campo abierto", expresó.

Durango se fundó gracias a la Acequia Grande, pues hacían canales para llevar agua, en un inicio al convento de los franciscanos para luego guiarlaal centro de la ciudad, mencionó.

Reveló: "Ni Fernando Ramírez tuvo el acta de fundación; probablemente no existió tal acta, tal vez no se haya dado un acto solemne. Se llegó y repartióel terreno de este modo se fundó".

La Villa de Durango estableció sus límites al sur con la acequia grande, donde hoy es la Escuela Guadalupe Victoria, y al oriente en el Cerro del Calvario. Lo único que comprueba que Alonso de Pacheco realizó el primer plano de la ciudad, es la organización de las calles, pero no el que exista un trazo en papel como tal, concretó.

Miguel Vallebueno, por su parte, manifestó que Sebastián de Quiroz debió levantar el acta de fundación, pues desde el punto de vista oficial era parte del protocolo.

"Según la costumbre española, arrancaban hierbas, se lanzaban al aire, para de esta forma marcar terreno. Lo que sabemos es por tradición, no por documentos: sí la ceremonia religiosa se realizó en un mezquite o en tal esquina es algo que sólo ellos supieron", narró.

Historia sin fundamento.

La fundación de Durango se celebró, porque existe la ciudad, más no porque se posea el acta que lo valide como suceso. Con el paso del tiempo se perdieron los documentos que respaldaron la historia.

Desde que Fernando Ramírez supuso que el 8 de julio de 1563 se fundó la Villa de Durango, los historiadores se preocuparon por detallar más las interpretaciones. "Aunque las evidencias no sean físicas, la tradición oral también cuenta", aseguró el Cronista de la Ciudad, Javier Guerrero.

El historiador relata el acontecimiento así: El virrey de la Nueva España le pidió a Francisco de Ibarra,un joven de 14 años, que saliera a explorar al norte de Zacatecas. Durante 9 años recorrió estos lugares, en donde fundó algunos como el de Abino, San Lucas, San José de la Parrilla y San Miguel de Coneto.

El virrey se dio cuenta de todo el trabajo que Ibarra realizó, por ello le dio el nombramiento de Gobernador y Capitán General de toda la tierra que descubriera. Así que Francisco ordenó que Alonso de Pacheco se trasladara a estas tierras para fundar una villa.

El lugar lo seleccionó porque desde 1556 se había edificado la ermita de San Juan Bautista de Analco, por Fray Diego de la Cadena. Francisco de Ibarra dictaminó que cerca de esta se fundara la Villa de Durango; así, Alonso de Pacheco, el 14 de abril de 1563, puso la primera piedra.

La historia oficial

En su sitio web, el gobierno del Municipio de Durango describe así la fundación de la Villa:

El origen de la ciudad se debe al antiguo mineral del Cerro del Mercado, llamado así en memoria de su descubridor, el capitán Ginés Vázquez de Mercado. El conquistador español Francisco de Ibarra realizó viajes de exploración en el año de 1554, en los que descubrió una gran extensión de territorio de la parte noroeste de la Nueva España y fue nombrado gobernador de Provincia por el Virrey Don Luis de Velasco el 24 de julio de 1562.

Una vez que recibió Francisco de Ibarra su nombramiento de Gobernador de la Provincia, se dispuso a dar principio a las exploraciones con su nueva investidura. Fundó nuevas ciudades y recorrió todo el extenso territorio descubierto por él para fundar la provincia que bautizara con el nombre de la Nueva Vizcaya, en recuerdo del lugar donde nació. Fundó la ciudad de Durango el 8 de julio de 1563.

En la fundación de la ciudad el primer acto fue una misa oficiada por Fray Diego de la Cadena, celebrada según refiere la tradición, en la esquina sureste de las hoy calles de 5 de febrero y Juárez, a la que asistieron Ibarra, sus capitanes y vecinos.

Después tuvo lugar el acto solemne de la fundación. En algún lugar de la Plaza de Armas se situaron en primer término el escribano real, Sebastián de Quiroz, que sentado frente a una mesa redactó el acto de la fundación y de pié, ante él, con sus uniformes de gala, Francisco de Ibarra y sus capitanes; junto a ellos el alférez Martín de Rentería portando el estandarte que los había acompañado a sus conquistas. Al lado de ellos está Ana Leyva de Pacheco, que fuera la primera mujer española que llegó a Durango.

Desde ese día la Villa se llamó "Durango", en recuerdo de la patria chica de su fundador. Su nombre quiere decir "más allá del agua".

8 de julio presunta fecha en que se fundó Durango, en 1563.

1606 año en que se realizó el inventario del que derivó la fecha.

1851 año en que el historiador Fernando Ramírez estableció el aniversario.

Escrito en: Durango Comunicación Durango, fundación, Francisco, Fernando

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