Erosionado el 42% del suelo forestal
De las 12.3 millones de hectáreas que existen en el territorio estatal, el 62 por ciento presenta ya algún grado de erosión, la mayoría entre ligera y moderada y casi la mitad del bosque duranguense se encuentra en esta misma situación, reconoce Javier Zendejas Elizondo, subgerente de Conservación y Restauración de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
A unos días de que se celebre el Día Mundial del Suelo (5 de diciembre), personal de la Conafor reconoce que la erosión en Durango es un tema que va avanzando, sin embargo, se están implementando diversos mecanismos para lograr detenerla.
Tan solo en el presente año se están invirtiendo más de 32 millones de pesos por parte de la Conafor para aplicar programas de conservación de suelos en los predios forestales.
Se trata de seis millones y medio de pesos a través del Programa de Empleo Temporal (PET) donde se pagan jornales para la elaboración de cordonería o muros de contención vegetales, de madera o de piedra, con el objetivo de retener el suelo que es acarreado por las corrientes de agua cuando llueve y que se lleva hasta las presas.
Además estos muros o cordonerías también ayudan a retener el agua y con ello provocar humedad que viene a ser importante a la hora de la germinación de la semilla.
Pero también se invierten 25 millones de pesos a través del Programa Nacional Forestal (Pronafor) con el mismo objetivo, además de las construcciones de presas filtrantes con el mismo fin.
Víctor Mendoza Jefe del Departamento de Suelos de la gerencia local de la Conafor explicó que existe cuatro tipos de erosión, ligera, moderada, severa y extrema, y el 42 por ciento de toda la superficie forestal presenta un grado de erosión de la cual el 15 por ciento es moderada, el resto es ligera.
La erosión puede ser eólica la cual es producida por los aires y que se registra principalmente en las zonas del valle o semidesierto; la hídrica que es la que origina el agua con sus corrientes formadas por las lluvias, que es la que se presenta normalmente en la zona serrana y también en los valles.
Otra forma de erosión es la química que se presenta más en las zonas agrícolas y la física que es por la compactación de la tierra por sobrepoblación de ganado.
El bosque duranguense se ha visto afectado por dos de estos tipos de erosión, la hídrica con el escurrimiento de agua de lluvia y la física por la presencia de ganado sobre todo en las zonas de transición, es decir, la parte baja de la sierra.
Para evitar la erosión hídrica se han intensificado los trabajos con la instalación de estos muros o cordonería de contención para retener el suelo y evitar que llegue a las presas.
No solo se trabaja con estos 31.5 millones de pesos ya señalados, también se invierten 4 millones de pesos para trabajar en la cuenca del Nazas en un periodo de cuatro años y 19 millones más en el programa de Compensación Ambiental por Cambio de Uso de Suelo en Terrenos Forestales (Cacustf) pero en un periodo de cinco años.
Lo que se busca, coinciden los dos especialistas en materia forestal, es evitar que el suelo del bosque duranguense continúe erosionándose.