Martha Flores, el legado de su voz

Eran su voz y su corazón los que impregnaban cada escenario al que Martha Irene Flores Álvarez subía; era su pasión por la música lo que la llenó de satisfacciones indescriptibles en miles de ocasiones. Martha, aprendió que no era necesario dar explicaciones infinitas ante la vida, pues una canción era suficiente para expresar lo que un abrazo o mirada no podían.

El recuerdo

“Mi abuelo era barítono y fue el orgullo más grande, pues cantó en La Ópera del Metropolitan, en Nueva York. Mi mamá era soprano y unque casi todos mis hermanos también cantan, yo fui la que siguió con más dedicación”, recordó la intérprete en una entrevista para la revista Click! hace dos años, una tarde de mayo.

La falta de apoyo por instituciones culturales no impidió que Martha cruzara barreras, pues el respaldo de su familia se convirtió en su mejor apuesta. “Aquí es difícil sobresalir. Casi siempre damos más apoyo a gente que no es de Durango, pero el apoyo de la familia es lo máximo y ese sí lo hemos tenido”.

Esa actitud de aferrarse a los sueños la llevó a obtener uno de los papeles principales en la ópera “Madam Butterfly”.

Inspiraciones y más

Su inspiración fue su madre, y cantar a su lado marcó su vida. “Para mí fue una inspiración. Mi meta era cantar como mi mamá, y cantar a dueto con ella canciones clásicas como ‘Ojos tapatíos’, fue una de las mejores experiencias”.

Su voz se apagó el 13 de julio de 2014, y hoy a 71 años de su nacimiento, músicos recuerdan el legado que la maestra Martha Irene Flores dejó en la ciudad.