Voluntad política haría la diferencia contra el secuestro
Tal como hicieran en sus respectivas administraciones Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón, ayer el gobierno de Enrique Peña Nieto presentó su estrategia para combatir el secuestro, un delito que ha ido en ascenso como nunca antes en el país. Tan sólo en los últimos meses fueron denunciados mil 695 plagios.
Este nuevo plan tiene como eje la recién creada Coordinación Nacional Antisecuestro, que presidirá el subprocurador general de la república, Renato Sales Heredia, y están incluidas diez acciones fundamentales para combatir tan aberrante crimen, según anunció el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
Dentro de esas acciones, que al parecer serán puestas en práctica de inmediato, destacan la profesionalización de elementos policiacos, compra de equipo tecnológico y sistemas de inteligencia para mejorar la operación de las unidades antisecuestro en los estados, así como coordinar estrategias entre los tres niveles de gobierno, uno de los puntos más débiles, por cierto, en cualquier plan de seguridad que se haya puesto en marcha. Terminan unas corporaciones contra otras, y de los delincuentes nunca se vuelven a acordar.
Como en aquella reunión del año 2008, el empresario Alejandro Martí, cuya voz comenzó a ser escuchada luego del plagio y asesinato de su hijo Fernando, ayer volvió a restregarles a las autoridades el grito que entonces se volvió la demanda de millones de mexicanos: "¡Si no pueden, renuncien!". No pudieron en aquel tiempo y tampoco han podido ahora, y nadie ha renunciado.
Junto a Martí estuvieron presentes en esta ocasión María Elena Morera e Isabel Miranda de Wallace; ellos tres serán consejeros de este nuevo organismo contra el secuestro y se vería bien que, como representantes de la sociedad civil, les den voz y voto, y no solamente los mantengan alrededor, en un cargo honorario, como premio de consolación.
Por lo pronto, el gobierno de la república asegura generar resultados positivos a futuro, al inhibir el secuestro en los diez estados donde más se requiere: Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Oaxaca, Campeche, Morelos, Tabasco, Estado de México, Veracruz y Durango, aun cuando la realidad es que ningún territorio está exento de sufrir el embate de este crimen, que ha ido a la alza durante los últimos cuatro sexenios.
A las trágicas historias de Alejandro Martí y de Isabel Wallace se suman otras miles, muchas de las cuales fueron documentadas durante la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad a su paso por las distintas entidades durante el 2011. Entre esas miles de familias, que fueron y han sido lastimadas por el monstruo de la criminalidad, está la de Nelson Vargas, el propio Javier Sicilia, los familiares de los migrantes ejecutados en Tamaulipas, los hijos de "don Polo", en Durango, y tantas otras que nunca quisieron denunciar.
Terribles los testimonios de los secuestradores que han sido capturados en estos años, porque en todos los casos, sin excepción, ha salido a la luz la complicidad de autoridades en turno, desde sencillos policías municipales, hasta ministerios públicos y aun jueces.
Detrás de cada banda criminal, sean "novatos" o "profesionales", siempre ha estado el mando policiaco corrupto y enlodado para impedir que se denuncie, se investigue o se encarcele a estos delincuentes, así que siguen libres y en continua reincidencia e impunidad.
Algo urgente debía hacer al respecto el gobierno de Peña Nieto, pero más allá de lo simple o novedosa que sea su estrategia en relación a como actuaron sus predecesores, la voluntad política puede representar la diferencia, si en verdad existe.
Si se aplica la ley como debe ser, e incluso se modifica para permitir mayor libertad de denuncia al ciudadano -no mayores facultades policiacas- si se crean cuerpos policiacos limpios y con ellos se enfrenta a la delincuencia con la firme intención de abatirla; si se unen todos los niveles de gobierno para no tolerar un secuestro más se podría llegar, aunque suene ilusorio, a una desactivación del secuestro y de su prima hermana la extorsión.
Voluntad política, antes que otra cosa, sin olvidar los recursos bien direccionados, es lo que debe aplicarse sin contratiempos en esta nueva estrategia, para que no acabe sólo como una historia mediática más.
Se dio a conocer ayer el suicidio número siete en lo que va del presente año en Durango; un anciano de 84 años decidió acabar con su existencia en una colonia periférica de la ciudad; la prevención de este mal es algo en lo que se debe estar trabajando sin cesar... INJUSTIFICABLES LOS GRANDES baches que aparecen en algunos tramos de la supercarretera Durango-Mazatlán, a cuatro meses de inaugurada esa tan presumida obra. Lo peor del caso es que ninguna autoridad investiga todavía las innumerables fallas que exhibe... SE CUMPLIRÁN 150 AÑOS del natalicio del ilustre músico duranguense Ricardo Castro el próximo día siete de febrero, y está preparado el estreno de la obra completa Atzimba en el teatro que lleva su nombre.
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