A 150 años de Benigno Montoya de la Cruz
Fue el 13 de febrero de 1865, en la Hacienda de Trancoso, en Zacatecas, cuando nació uno de los escultores de cantera más importantes del norte de México, Benigno Montoya de la Cruz.
Al poco tiempo de nacido, su padre Jesús Montoya, decidió trasladarse con su familia a Durango, en donde el pequeño Benigno creció.
Al llegar a la adolescencia, enfrentó uno de los golpes más fuertes de su vida ante la muerte de su padre, por lo que tuvo que hacerse cargo de su familia y continuar con el trabajo que Jesús le había enseñado: la talla fina de la cantera.
Arte sacro
La ciudad alberga en diferentes puntos algunas de las obras más emblemáticas de Benigno Montoya, que se extienden principalmente al arte sacro.
El legado de Benigno se observa en el templo de nuestra Señora de los Ángeles, que él construyó, además del altar de la capilla del Arzobispado, en el que trabajó en 1984.
La puerta oriente y el ciprés de la iglesia de San Agustín, la capilla del seminario y el altar de la Virgen de Loreto para la iglesia de Analco, son también el resultado del talento del canterista.
No solo trabajos sacros hablan de su obra;Montoya, labró la cantería que adorna el Teatro Ricardo Castro, donde resalta la figura de Mozart flaqueado por musas y motivos iconográficos musicales.
Patrimonio perdido
Destacan, además, alrededor de una docena de esculturas tanto funerarias como representativas de la cultura local, que han pasado a formar parte del patrimonio escultórico perdido.
Tras su Muerte
El gran Benigno Montoya partió el 25 de diciembre de 1929. Sus restos descansaron en una tumba sencilla, sin ningún tipo de escultura que la adornara u homenajeara.
Fue hasta varios años después cuando su hijo, el reconocido muralista Francisco Montoya de la Cruz, trasladó los restos de sus padres y en homenaje a ellos y a la memoria de su recién fallecida hija levantó el Monumento a Morelia, una de las mejores muestras de arte contemporáneo de este panteón.
Museo
Ubicado en el panteón de oriente de la ciudad de Durango, el Museo de Arte Funerario ‘Benigno Montoya’, considerado el único en su tipo en el norte del país, reúne más de 80 monumentos del maestro Benigno que los visitantes, a través de recorridos tradicionales o nocturnos, pueden conocer.