
Cómo utilizar miel para curar heridas
AGENCIAS
México, df
Limpia la herida. Usa agua y un jabón suave, peróxido de hidrógeno o cualquier tipo de solución de limpieza recomendada por tu médico o farmacéutico que no irrite la zona de la herida. Si la herida tiene una costra, debes lavarla suavemente y no tratar de removerla. Seca la herida con una gasa estéril.
Aplica la miel, usando aproximadamente una onza (29 ml) por 4 centímetros cuadrados de piel herida. Puede ser más fácil aplicarla en un apósito en lugar de colocarla en la herida, pero no es necesario.
La miel puede ser más fluida con un ligero calentamiento. No la calientes directamente. Para calentarla lo suficiente y lograr una consistencia de jarabe, sólo debes agitarla vigorosamente o colocar el recipiente de la miel en agua caliente.
Usa un bastoncillo de algodón, las puntas de tus dedos limpios u otro instrumento estéril para aplicar la miel directamente en una herida que cubra el área de manera uniforme. La miel también puede ser aplicada en heridas de cavidades. Trata de no tocar la zona de la herida con el instrumento que vayas a utilizar para colocar la miel. Simplemente deja que esta se escurra en la piel y cubra el área .
Cubre la herida con una gasa limpia o con un vendaje adhesivo para áreas más pequeñas. Si primero vas a agregar la miel a la gasa, empapa el área de la gasa que va a entrar en contacto con la herida.
Acción antibacteriana
Cambia el vendaje al menos una vez al día. La acción antibacteriana de la miel previene la infección de heridas, por lo que los cambios frecuentes de vendaje generalmente no son necesarios, a menos que la herida este "llorando" y la miel se diluya cada vez más.
Antes de aplicar un nuevo vendaje, debes bañarte o repetir el proceso de limpieza de la herida.