Comandante, ¡hay un hoyo en la regadera!--. La exclamación del guardia se deja oír por encima del sonido a todo volumen de la pequeña pantalla de televisión del Chapo Guzmán.
"¿Qué pasó?" pregunta el comandante.
"Hay un hoyo en la regadera, comandante. Hay un hoyo en la regadera."
"¿Hay un hoyo?"
"Afirma, afirma, en la coladera de la regadera hay un hoyo."
"¿De qué tamaño?"
"Grande, comandante, grande."
"Oye, pero ¿el interno no está ahí?"
"No, comandante, no está."
El diálogo podría haber sido parte de alguna película de los Hermanos Marx o cuando menos de Viruta y Capulina. El problema es que en México estas escenas no son producto de la imaginación de un guionista enloquecido sino simples anécdotas de la vida cotidiana.
A pesar del alto volumen del televisor del Chapo, en el video se alcanzan a oír perfectamente bien los ruidos de la perforación del túnel. Los guardias que monitorean las pantallas de vigilancia no se percatan o prefieren no escuchar. De hecho, me da la impresión que los monitores no tienen audio. Parecería típico en un penal mexicano de alta seguridad que no se habilitaran las bocinas de un sistema de vigilancia o que los propios guardias apagaran el sonido para que los ruidos no los molestaran.
En realidad el video no muestra nada que no supiéramos: las imágenes se habían exhibido ya. Pero el audio añade una dimensión nueva a las escenas. De hecho, el senador Alejandro Encinas del PRD ha acusado a las autoridades de haber mentido al decir que el video no tenía sonido.
La PGR ha lamentado la filtración del video completo con audio, el cual fue difundido por el programa de Carlos Loret de Mola en Televisa, pero no ha aclarado por qué lo dio a conocer sin sonido en un principio. ¿Qué quería ocultar?
Todo el caso se convierte poco a poco en una comedia de errores: la manera en que el Chapo pone el sonido de su pantalla a todo volumen para acallar ruidos que nadie podía dejar de escuchar, la forma en que se escabulle por el hoyo, la sorpresa del custodio y el comandante al llegar, el diálogo entre estos dos que oscila entre lo cómico y lo patético.
Hay que añadir la ingenuidad de un gobierno que dio a conocer el video pero al cual le quitó el audio. sin darse cuenta que cuando un video se somete como prueba en un juicio ya no hay quién pueda controlar su destino.
La primera e inevitable sospecha de la fuga recae sobre los custodios. El diálogo entre el guardia y el comandante, sin embargo, sugiere más ineptitud que corrupción. Y no sé, realmente, qué sea peor. Tras la fuga del Chapo no había duda que los custodios iban a ser detenidos e investigados. Si decidieron arriesgar todo para ayudar al Chapo, terminarán por pagarlo con un largo período tras las rejas. Deben haberlo sabido. Pero aun si no fueron cómplices, difícilmente saldrán en libertad. El Estado está herido, ofendido. Necesita a quién castigar.
De lo que no hay duda es que hay un hoyo en la regadera y que es un hoyo muy grande. Pero no se encuentra nada más en una celda del penal de más alta seguridad del país. Es un hoyo que carcome instituciones y que pudre todo lo que toca, un hoyo negro en el que se puede meter un interno, pero en el que también cabe un país entero.
Dar de baja
La SEP ha anunciado que dará de baja a 291 maestros por no haber presentado la evaluación diagnóstica de este año. Es lo que ordena la ley. Pero la decisión significa que la CNTE montará manifestaciones y bloqueos que agredirán a los ciudadanos. La SEP tiene que estar dispuesta a llegar a las últimas consecuencias: no puede montar ahora mesas de negociación. Las demás autoridades deben estar dispuestas a su vez a defender a los ciudadanos.
Twitter: @SergioSarmiento