El plan de Guadalupe y la Constitución de 1917
Todo movimiento social que sea de importancia, tiene que enarbolar un plan que diga al pueblo las causas del descontento, la ruta a seguir en la lucha generalmente armada y las conquistas políticas, sociales y económicas que implementará a la hora del triunfo.
La historia de nuestro país está surcada por varios planes político-sociales: Plan de Iguala de 24 de febrero de 1821, Plan de Casa Mata del 1o. de febrero de 1823, Plan de Ayutla de 1º. De marzo de 1854, Plan de la Noria de 1871, Plan de Tuxtepec de 10 de enero de 1876, Plan de San Luis Potosí del 5 de octubre de 1910, Plan de Ayala de 28 de noviembre de 1911, Plan de Guadalupe de 26 de marzo de 1913 y Plan de Agua Prieta de 23 de abril de 1920.
De ellos, los que han tenido mayor influencia en la vida política de nuestro país son: El de Iguala que dio origen a la nación mexicana, el de Casa Mata que estableció la forma de gobierno republicana, el Plan de Ayutla que desembocó en la Constitución de 1957, el Plan de Tuxtepec que instauró la dictadura porfirista, el Plan de San Luis Potosí que estalló la Revolución Mexicana, el Plan de Ayala que consagro la lucha por la tierra, el Plan de Agua Prieta que instaló en el poder El Plan de Guadalupe que convocó a la etapa constitucionalista de la revolución. De todos ellos me referiré al Plan de Guadalupe porque tuvo como consecuencia directa e inmediata la Constitución de 1917.
El Plan de Guadalupe, llama la atención a los estudiosos, porque en él, no promete Venustiano Carranza, ninguna reforma social que beneficie a los grupos sociales, sino que se limita a llamar al desconocimiento de Victoriano Huerta y a convocar a la lucha armada en contra de la usurpación. Pienso que ello fue así, entre otros razonamientos, porque los asesinatos de Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, gobernantes legítimos de México, por parte del chacal Huerta, habían provocado tal enojo, que no era necesario prometer nada, para que los maderistas volvieran a tomar las armas. Como así ocurrió.
Pero dejemos que sea el propio Carranza en su discurso de Hermosillo, quien explique la cuestión y la explica muy bien, del porque el Plan de Guadalupe no contiene promesas sociales, dijo así Venustiano Carranza, aquel glorioso 24 de septiembre de 1913:
"Ya es tiempo de no hacer falsas promesas al pueblo y de que haya en la historia siquiera un hombre que no engañe y que no ofrezca maravillas haciéndole doble ofensa al pueblo mexicano, de juzgar que necesita promesas halagüeñas para aprestarse a la lucha armada en defensa de sus derechos. Por eso señores, el Plan de Guadalupe no encierra ninguna utopía, ninguna cosa irrealizable, ni promesas bastardas hechas con la intención de no cumplirlas. El Plan de Guadalupe es un llamado patriótico a todas las clases sociales sin ofertas y sin demandas al mejor postor. Pero sepa el pueblo de México que, terminada la lucha armada a la que convoca el Plan de Guadalupe, tendrá que principiar formidable y majestuosa la lucha de clases, queramos o no queramos nosotros mismos y opónganse las fuerzas que se opongan, las nuevas ideas sociales tendrán que imponerse en nuestra masa y no es solo repartir las tierras y las riquezas nacionales, no es el Sufragio Efectivo, no es abrir más escuelas, no es igualar y repartir las riquezas nacionales, es algo más grande y más sagrado, es establecer la justicia, es buscar la igualdad, es la desaparición de los poderosos, para establecer el equilibrio de la conciencia nacional."
"Tenemos que removerlo todo. Crear una nueva Constitución"…
Por otra parte las adiciones al Plan de Guadalupe, de diciembre 12 de 1914, dadas en Veracruz, son una andanada en contra de Pancho Villa y la División del Norte y pugnan por el restablecimiento constitucional.
La reforma al Plan de Guadalupe, promulgada el 15 de diciembre de 1916 en la ciudad de México, manifiesta claramente la voluntad de convocar a un Congreso Constituyente, al triunfo de la causa constitucionalista.
Por todo lo anteriormente expuesto, se puede colegir que entre el Plan de Guadalupe y la Constitución de 1917, que este 5 de febrero de 2015, cumple un aniversario más, existe un vínculo directo. Lo que es más los constituyentes al firmar la Constitución firmaron con la misma pluma con la que se firmó el Plan de Guadalupe, pluma que se encuentra en el museo Venustiano Carranza de la ciudad de México.
Sea esta ocasión, propicia para recordar los constituyentes que representaron a Durango en el Constituyente de 1917: Alberto Terrones Benítez, Silvestre Dorador, Fernando Castaños, Fernando Gómez Palacio, Rafael Espeleta, Jesús de la Torre y Antonio Gutiérrez Rivera.
¡Viva la Constitución de 1917 y sus Constituyentes!