Tú puedes tener una sonrisa perfecta
Comer es una necesidad vital. La clave reside en conseguir un equilibrio entre todos los alimentos, que nos aporten las vitaminas y nutrientes necesarios para evitar carencias nutricionales. Debemos limitar el consumo de grasas saturadas -encontradas en la mantequilla, el queso o la comida procesada- y también reducir el consumo de azúcar y sal.
Las frutas, verduras, legumbres, frutos secos y cereales son esenciales nuestro menú diario, ya que ingeridos manera regular, no sólo nos aportan la energía necesaria para el día a día, sino también son claves para prevenir todo tipo de enfermedades, como la obesidad, el cáncer y las enfermedades bucodentales.
La boca es la primera parada de la comida en el proceso de digestión. La ingesta de alimentos poco saludables puede provocar que nuestros dientes y encías se deterioren y sufran enfermedades que pueden afectar a nuestra salud general.
¿CÓMO COMBATIRLO?
Numerosos estudios han demostrado que una mala higiene bucodental puede llegar a crear desde inflamación grave e infección en las encías, disminución del sistema inmunológico, hasta llegar a padecer patologías más graves. Las enfermedades bucodentales comparten factores de riesgo con el cáncer, las enfermedades cardiovasculares o la diabetes.
Cuidando nuestra alimentación, evitando el tabaco y la ingesta de alcohol, además de la proliferación de bacterias perjudiciales. Estos factores claves unidos a estas rutinas básicas que hay que tener muy en cuenta:
Visitar al dentista al menos una vez al año.
Estar alerta ante signos como encías enrojecidas o el sangrado dental, que pueden estar relacionados con otras enfermedades.
Cepillarse los dientes un mínimo de tres veces al día y utilizar hilo dental.