Andrea Palma, la diva eterna
Divas del cine hay muchas, Andrea Palma solo una. Elegante y de belleza incomparable, Guadalupe Bracho Pérez Gavilán -nombre de pila-, nació hace 114 años en la Ciudad de Durango, el 16 de abril de 1903.
Perteneciente a una familia acomodada que tuvo que abandonar esta ciudad ante la llegada de los revolucionarios, bajo el nombre artístico de Andrea Palma, se abrió paso en el Séptimo Arte al lado de sus primos Dolores del Río y del galán Ramón Novarro.
Su sueño era estar frente a la cámara y a diferencia de Dolores y Novarro no consiguió hacerse de renombre como actriz, pero sí como diseñadora de sombreros, llegando a trabajar personalmente para la estrella alemana Marlene Dietrich.
LA LLAVE DE ORO
El tiempo pasó y se vio obligada a regresar a México ante compromisos legales. El viaje se convirtió en la llave de oro.
A su llegada le informaron que el cineasta ruso Arcady Boytler anhelaba que protagonizara su siguiente filme en el país. Fue una oferta que no pudo rechazar.
Su vida cambió un 14 de febrero de 1934. La joven duranguense, debutó en el cine nacional con ‘La mujer del puerto’, un drama que aborda la vida de una mujer que decide prostituirse tras perder a su padre y al amor de su vida.
La crítica cayó rendida a los pies de Andrea. El éxito fue tal que muchos aseguraron que se trató del debut más extraordinario hasta el momento y se ganó el título de ‘la primera diva de México’.
‘Santa’, ‘La dama de las camelias’, ‘Seis días para morir’, ‘México de mis recuerdos’, ‘Ensayo de un crimen’, ‘Distinto amanecer’ y ‘Aventurera’ se sumaron a la lista de los 25 filmes en que participó la duranguense.
Problemas de salud la aquejaron y la ‘mujer del puerto’, la mujer que nació para pertenecer al cine, partió el 6 de octubre de 1987, a los 84 años de edad.