San Juan Teotihuacán
A sólo 50 kilómetros de la Ciudad de México se encuentra el Pueblo Mágico de Teotihuacán. Posee un vasto yacimiento arqueológico y lugares históricos como el Exconvento de San Juan Bautista. Es un destino que cautiva a turistas nacionales y extranjeros y que pocas veces es tomado en cuenta.
No es sólo su historia, no es solamente el misticismo de sus calles y la amabilidad de su habitantes, el atractivo empieza desde su ubicación, en medio de una zona metropolitana atestada de edificios, y concluye al encontrar en él un punto de identidad.
Sus propiedades llaman a la contemplación gracias a espacios como el Templo de Nuestra Señora de la Purificación, en el barrio de La Concepción, o al deleite del gusto y del tacto en su tianguis, en el que sobresale la oferta de antojitos y artesanías.
El Jardín de las Cactáceas tiene plantas endémicas de la región; los paseantes podrán encontrar palmas de diferentes especies, magueyes, biznagas y numerosas variedades de cactus, hermosas uña de gato, y otras especies. Para conocerlo sólo basta llegar a la zona arqueológica, uno de los atractivos más codiciados del pueblo para los inquietos ojos que admiran la naturaleza.
La diversión de los más pequeños está asegurada con Reino Animal, un parque temático ubicado en el circuito turístico de Teotihuacán rumbo a Tulancingo; los niños observan a la fauna en libertad. Hay actividades para crear conciencia sobre el respeto a la biodiversidad: ordeña de cabras, doma de caballos, paseo en pony.
OTRA ÉPOCA
En el impresionante sitio arqueológico existen opciones celestes como los viajes en globo aerostático. El vuelo permite admirar las pirámides desde un ángulo que no hace sino reforzar su magnificencia. Otros atractivos son los baños en temazcal y los recorridos en bicicleta por los paisajes de la región.
Las pirámides del Sol y de la Luna, así como recorrer la Calzada de los Muertos, son los atractivos principales. Esas maravillas siempre tienen algo nuevo qué ofrecer al visitante.
Festividades típicas son la Feria Regional de la Obsidiana, la fiesta dedicada a San Juan Bautista y la celebración en honor del Cristo Redentor.
Al visitar La Ciudadela, los turistas aprecian el diseño simétrico de los basamentos, plataformas y escalinatas que demuestran el alto desarrollo urbano de la cultura allí asentada. Se pueden apreciar los vestigios de las residencias de los sacerdotes y gobernantes. Al oriente de La Ciudadela se encuentra el Templo de Quetzalcóatl, decorado con cabezas de serpientes emplumadas y otras figuras atribuidas a Tláloc.
ESCALONES Y COMIDA
La guía de pueblos mágicos define a la plaza y pirámide del Sol, como la segunda más grande del país (superada sólo por la pirámide de Cholula, en Puebla). Posee una altura de 64 metros y cinco cuerpos escalonados que decrecen hacia la base. A sus pies queda una plaza donde alguna vez estuvieron las habitaciones de los sacerdotes encargados de ejecutar los rituales. La monumental obra, con sus más de dos centenares de escalones, persiste como escenario de diversas ceremonias. Es considerada por muchos como un importante centro energético.
La opción gastronómica abarca desde las tradicionales fondas hasta los nuevos restaurantes artesanales que cuentan con estándares de calidad internacional. Menús variados y precios económicos dan a los visitantes la oportunidad de probar una gran variedad de viandas, vinos y bebidas típicas.
Para llegar desde la Ciudad de México existen las opciones de tomar la carretera México-Tuxpan o la libre que va a Pachuca.
En autobús, desde la Central de Autobuses del Norte, existen numerosos tours que conducen a las zona arqueológica. También existe la opción de tomar el colectivo con destino a San Juan Teotihuacán que a la salida de la estación Indios Verdes de la línea 3 del subterráneo.