El Viejo de la Danza, un símbolo del triunfo del bien
Como en ninguna otra parte del mundo, en México la tradición de venerar a los santos por medio de las danzas es un ritual capaz de impresionar incluso a los nacionales.
Además del asombro por la destreza de los danzantes y la maravilla por sus vestimentas, un elemento que destaca por sus características es el llamado “Viejo de la Danza”.
Esta figura, que a fin de cuentas termina siendo un peregrino más, se identifica por su máscara avejentada, harapos sucios y huaraches rotos que lo distinguen de los demás danzantes.
Pero aparte de estos elementos, su significado es una expresión sumamente importante para la danza.
Y es que el “Viejo” es una representación del mal que existe en la sociedad, pero absorbido por los danzantes y terminando con éstos venerando a un santo, es también un simbolismo de que el bien triunfa sobre todo mal.
El Viejo busca distraer tanto a quienes forman parte del ritual como a quienes observan, lanzando gritos, tratando de asustar o realizando ademanes, pero las oraciones y los cánticos deben impedirlo.
Así, el Viejo se vuelve el mal que acompaña al peregrino en su caminar, pero que en un sentido religioso, es vencido para llegar con él a honrar a su patrono.
ILUSTRACIÓN: TOM PALOMARES