El presidente de Sudán, Omar al-Bashir, ordenó a la policía que se abstenga de usar fuerza excesiva contra los manifestantes antigubernamentales, luego que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió que se investiguen las muertes durante las protestas.
"Queremos mantener la seguridad y queremos que la policía haga eso usando menos fuerza", sostuvo el líder sudanés en una reunión con los principales oficiales de policía en Jartum, capital sudanesa, en la cual conversaron sobre el tema de las manifestaciones y la actuación policial.
La orden de al-Bashir llegó después de que se confirmó que al menos 19 personas murieron durante la ola de protestas contra el gobierno por la grave crisis económica que atraviesa Sudán, que ha provocado una profunda inflación y una aguda escasez de alimentos.
La población sudanesa ha resentido el aumento de los precios en general, la escasez de productos básicos y el insuficiente efectivo, por lo que las protestas contra el gobierno de al-Bashir estallaron el pasado 19 de diciembre en la ciudad de Atbara, pero rápidamente se extendieron a otras urbes del país.
Las manifestaciones tuvieron lugar durante 10 días consecutivos y, aunque en principio fueron pacíficas, se tornaron violentas debido a que la policía intentó dispersarlas con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento, lo que provocó fuertes enfrentamientos con los inconformes.
La organización Amnistía Internacional (AI) estima que por lo menos 37 personas murieron por el uso excesivo de la fuerza.