Bram Stoker, creador de 'Drácula' que murió pobre y sin fama
Creador del inmortal vampiro “Drácula”, el escritor británico Bram Stoker, quien escribió más de 10 novelas y numerosos cuentos, murió hace 107 años sin fama, sin dinero y en el olvido.
Los primeros siete años de su vida, Abraham "Bram" Stoker, quien nació el 8 de noviembre de 1847 y murió el 20 de abril de 1912, transcurrieron en cama por una parálisis que le impedía caminar.
Durante la larga convalecencia, su madre, Charlotte Mathilda Blake Thornley le contaba historias de fantasmas y misterio, que tiempo después influyeron en su obra como escritor.
Tras recuperarse por completo de salud, ingresó al Trinity College, también se distinguió como atleta y futbolista en la Universidad de Dublín, donde cursó la carrera de Matemáticas y fue presidente de la Sociedad Filosófica.
Durante su empleo en la administración local como su padre, Abraham Stoker, escribió crítica dramática para “The Evening Mail”, sin recibir ninguna compensación económica por su trabajo.
Conoció a su ídolo, el actor inglés Henry Irving, de quien además de cultivar una gran amistad, se convirtió en su representante y secretario.
En ese empleo, que desempeñó por 27 años, se encargó de la correspondencia de Irving, lo acompañó en sus múltiples giras y estuvo a su lado en el momento de su muerte; junto a él dirigió el Lyceum Theatre de Londres. Sus recuerdos de esa época se convirtieron en la base del libro “Recuerdos personales de Henry Irving” (1906).
Entre las novelas y relatos cortos que escribió Stoker destacan “El paso de la serpiente” (1890), “El misterio del mar” (1902), “La joya de las siete estrellas” (1904) y “La dama de la mortaja” (1909).
También es autor del libro “Impostores famosos” (1910), en el que escribió, entre otras, la pintoresca teoría de que la reina Isabel I de Inglaterra era un hombre disfrazado.
Pero su obra más célebre fue “Drácula” (1897), novela en la que construyó, a través de diarios y cartas, el retrato de uno de los personajes más famosos de esa época, el conde vampiro de Transilvania.
Aunque el relato se basa en diversas leyendas previas, Stoker, quien buscaba ingresos extras, consiguió a través de la ficción darle personalidad y fijar el aspecto a “Drácula”, obra cuya fama opacó el resto de su trabajo literario.
Esa novela se convirtió en uno de los “best sellers” editoriales durante el siglo XX y desde su publicación en 1897 nunca ha dejado de estar en circulación, asimismo fue fuente de inspiración cinematográfica, de series, caricaturas y animaciones.
A partir de la cinta “Nosferatu, el vampiro” (1922), de Friedrich Wilhelm Murnau, y “Drácula” (1931), de Tod Browning, con Bela Lugosi en el papel del vampiro, “Drácula” ha estado en la pantalla grande en numerosas producciones.
Entre las cintas más destacadas con base en la novela resalta “Drácula de Bram Stoker” (1992), dirigida por Francis Ford Coppola y protagonizada por Winona Ryder y Gary Oldman.
Entre las más recientes se encuentran la miniserie germano-italiana “Drácula” (2002), de Roger Young; “Drácula 3D” (2012), de Darío Argento; “Drácula la leyenda jamás contada”, de Gary Shore, así como la serie de animación “Castelvania” o la cinta “Hotel Transylvania”.
Aunque la fase más productiva del escritor irlandés fue al inicio de la década de 1900, falleció en la pensión en la que residía en Londres un 20 de abril, pobre y olvidado.