
Frutos secos en exceso y sus consecuencias
Aunque a muchos de nosotros nos cuesta contentarnos con comer un pequeño puñado de frutos secos, la dosis debería ser reducida, situándose en las siguientes cantidades para los frutos secos más conocidos; 23 almendras, 20 anacardos, 26 avellanas, 25 pistachos, 5 nueces o 30 cacahuetes. Estas son las cantidades máximas que no deberíamos superar al día, y que además, no deberíamos comer a diario.
El problema de los frutos secos es que, al ser tan pequeños, pensamos que podemos comer todos los que queramos. En el caso de los cacahuetes salados y fritos, más grasos que los naturales, provocan un retardo en la sensación de saciedad, lo que nos suele hacer comer más de lo recomendable.
A pesar de que su consumo contribuye a alargar la vida, aumentando las defensas y controlando la tensión, son alimentos con una alta carga energética, con más calorías por ración que la mayoría de los alimentos. Por ello, se hace necesario llevar a cabo un control de lo que ingerimos. Si consumimos un pequeño puñado al día, al cabo de un mes es fácil que hayamos engordado en torno a un kilo, y para que te hagas una idea de las calorías que contienen estos pequeños frutos cabe decir que 100 gramos de cacahuetes tienen 567 calorías, mientras que el mismo peso de pasta cocida tan solo contiene 130 calorías.
Los cacahuetes son ricos también en fibra, hay personas que no están acostumbradas a ella y su consumo les puede provocar gases, diarrea e hinchazón. Aunque podemos optar por comer cacahuetes germinadas, mucho más digestivos, debemos saber que de este modo dejamos de tomar los nutrientes y vitaminas contenidos en la piel del grano, por ello, lo mejor es comerlos enteros y de manera moderada.
Agencias / El Siglo de Durango