La historia de Elpidia Carrillo
Ella no ha sido la portada de importantes revistas, ni ha estado nominada al Oscar, sin embargo, Elpidia Carrillo es una actriz indígena que ha hecho su carrera en Hollywood.
Tal vez su nombre no suene tanto como el de Yalitza Aparicio, pero Elpidia, al igual que la oaxaqueña, es de un origen humilde y posee un gran talento, tan es así que conquistó la meca del cine mucho antes que la veracruzana Salma Hayek.
Elpidia Carrillo nació en la comunidad serrana de Santa Elena, en el municipio de Parácuaro, Michoacán. Tiene 7 hermanos. Su familia se dedicada a las labores agrícolas y su vida estuvo marcada por la violencia y la pobreza.
Huérfana de la violencia
A los tres años Elpidia quedó huérfana, su padre fue asesinado. Con la ausencia de su papá, su hermano mayor, Ramiro, se vio obligado a asumir las responsabilidades de la casa, entonces se fueron a Parácuaro porque Ramiro se había propuesto mandar a estudiar a sus hermanos.
Elpidia ingresó a la primaria con tan sólo 4 años. Sin embargo, dos años más tarde también asesinaron a Ramiro, lo que puso a la familia en condiciones críticas y decidieron trasladarse a Uruapan, con otra de sus hermanas.
Elpidia abandonó la escuela y empezó a trabajar junto con su hermana en un restaurante chino.
LE CAMBIA LA SUERTE
Un día caminando por las calles de Uruapan, el fotógrafo Pedro Meyer la descubrió y le ofreció un contrato de modelaje.
A raíz de estas fotos y con apenas 12 años, el director Rafael Corkidi le ofreció un papel a Carrillo como "La Malinche" en la película surrealista Pafnucio Santo, la cinta fue presentada para la candidatura oficial por México en los premios Oscar en 1977.
En la película su personaje hacía un desnudo y como era menor de edad en los créditos apareció bajo el nombre falso de Piya.
A los 16 años Elpidia obtuvo su primer protagónico en la controvertida cinta Nuevo Mundo, dirigida por Gabriel Retes.
Después de participar en numerosas películas, Carrillo decidió inscribirse en la escuela de Bellas Artes de la Ciudad de México.
LLEGA A HOLLYWOOD
"Yo salí de mi pueblo porque tenía hambre y no me da vergüenza decirlo, porque yo desde pequeña busqué alimentarme y busqué trabajo, y es un orgullo ser michoacana, de un ranchito, no se me olvida, nunca se me ha olvidado, por eso he hecho cine de arte", dijo Elpidia en una entrevista a un medio en Michoacán en su más reciente visita el mes pasado.
Y esa hambre por salir y conocer es la que la ha llevado a forjarse una extensa carrera en Estados Unidos.
Su primer película en Hollywood fue The Border (1982), del ganador del Oscar Tony Richardson, quien le dio un papel coprotagónico junto a Jack Nicholson.
Después logró otro coprotagónico en el drama británico The Honorary Consul (1983), junto a Richard Gere, Michael Caine y Bob Hoskins.
Su primer gran reconocimiento llegó cuando Oliver Stone le dio el protagónico femenino principal en la película Salvador (1986), junto a James Woods. Por su actuación, Elpidia fue nominada al Independent Spirit Award for Best Female Lead a mejor actuación femenina.
Pero lo mejor estaba por llegar, en 1987 fue llamada para interpretar a "Anna" en Depredador, junto a Arnold Schwarzenegger y Carl Weathers, el personaje con el que logró ser más recordada. Luego participó en la película dirigida por Gregory Nava, Mi familia (1995), donde interpretó el
personaje de "Isabel". Ahí compartió créditos con Jennifer López, Jacob Vargas, Jimmy Smits y Edward James Olmos.
En 1996 regresó a México para participar en el cortometraje De Tripas Corazón, de Antonio Urrutia, en la que interpreta a Meifer, la mujer más codiciada del pintoresco pueblo, el cual estuvo nominado al Oscar como Mejor Cortometraje. En el corto actuó al lado de Gael García Bernal.
También trabajó con Johnny Depp en la controvertida The Brave Movie, donde Marlon Brando fue uno de los protagonistas. La cinta tuvo una gran aclamación y fue nominada en 1997 a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.
Durante su regresó a México participó en varios proyectos como La Hija del Puma, Una Cita con el Destino, Ciudad de ciegos y la película de Carlos Carrera Un embrujo, producida por Guillermo del Toro y ganadora de 9 Arieles.
En el 2000 actuó en Bread and Roses, dirigida por Ken Loach y protagonizada por Adrien Brody. La cinta participó en la selección oficial del Festival de Cannes.
Con el director Rodrigo García Barcha participó en la cinta Nueve vidas, que se estrenó en el 2005 y fue protagonizada por Glenn Close, Holly Hunter, Dakota Fanning, Robin Wright y Joe Mantegna.
La cinta fue considerada por la revista Time y el New York Times una de las diez mejores películas de ese año. Ganó en el Festival Internacional de Cine de Locarno y se presentó en San Sebastián y el Festival de Cine de Sundance.
Su último proyecto es una serie de televisión de drama musical estadounidense, Nashville, creado por la ganadora del premio de la Academia, Callie Khouri y producido por R.J. Cutler, que recientemente salió al aire.
NO OLVIDA SUS RAÍCES
Aunque ella ya tiene su vida hecha en Los Ángeles, al lado de su esposo e hijos, Elpidia Carrillo no olvida a su tierra. La actriz de 57 años estuvo en Michoacán a finales de mayo para realizar la cuarta edición del Festival Internacional de Cine sin Cines
"Debemos mucho a las comunidades y el cine debe ser para todos. Salí de mi pueblo (Santa Elena, Parácuaro) sin haber estudiado actuación y empecé a hacer cine sin nunca haber visto una película, no tenía televisión ni nada de eso, así que estamos buscando darles una oportunidad para que conozcan las historias que se están haciendo en México y otras partes del mundo", compartió la actriz sobre el festival.
Mediante proyecciones de cine y talleres sobre fotografía y/o actuación, Elpidia Carrillo demuestra que sí se puede ser profeta en tu propia tierra, la que dejó a temprana edad para trabajar. "Creo que el arte lo tiene uno desde que nace y la cultura viene de los lugares donde todavía hay un profundo arraigo ancestral, por eso es importante llevar cine a donde no llega, porque la gente tiene que salir de ahí e irse a la capital o a la Ciudad de México a verlo, y eso si tiene recursos", comentó.
EL ORIGEN DE CINE SIN CINES
De visita en su comunidad hace seis años conocidos le pidieron que les mostrara una de las cintas en la que trabajó y luego de hacerlo les dijo que eso era nada comparado con lo mucho que existe en México, Estados Unidos y otros países.
"Les dije: les traigo películas, actores y a gente que les de cursos para que descubran lo que existe y también para que los creadores conozcan sus historias", dijo con alegría.
De acuerdo con Elpidia Carrillo, la respuesta ha sido tan positiva que más comunidades quieren que lleve cine a sus plazas, por lo que decidió no descobijar a las sedes existentes y ampliar sus actividades.
"Fuimos muy atrevidos en formar un festival como éste pero aquí todos cooperamos. Para esta edición una señora nos hizo una chocita y así a nuestros invitados les decimos que no esperen lujos porque como dice el nombre del festival, no hay cines, y si no hay cines pues tampoco hay muchas otras cosas".
Elpidia Carrillo mencionó que le impulsaba hacer este festival porque quería que su gente conociera que hay historias que merecen ser contadas y por eso su historia también tiene que ser contada… Elpidia Carrillo, "la michoacana que conquistó Hollywood".