Mauricio Isaac aprende de 'La desobediencia de Marte'

El actor mexicano Mauricio Isaac destacó que la obra La desobediencia de Marte, en la que comparte créditos con el comediante y analista político Víctor Trujillo, le ha permitido aprender, compartir y cuestionar, mediante la analogía de los planetas, que cada ser humano representa a uno que está en constante movimiento.

En entrevista con Notimex rumbo al final de temporada de la puesta en escena, el artista compartió que su personaje de Johannes Kepler lo ha confrontado, pues gracias a la brecha generacional que existe con Trujillo, quien da vida a Tycho Brahe, tiene la posibilidad de seguir aprendiendo.

"Todos los días que estamos en función además de tener a un actor extraordinario enfrente, es alguien que todo el tiempo me está estimulando a hacer las cosas mejor” --expresó Mauricio Isaac, quien agregó que desde el primer día de ensayos hasta la fecha se ha podido generar un vínculo excelente y una buena química entre Víctor y él.

“Empezamos a funcionar increíble porque es un gran compañero, actor y persona, difícilmente la puesta podría salir mal en ese sentido. La relación entre él y yo ha sido más sólida, ahora lo aprecio muchísimo y es un privilegio compartir y trabajar en escena con él".

El actor refirió que la obra llegó a él por invitación directa del autor Juan Villoro, con quien ya había tenido oportunidad de trabajar; sin embargo, dijo que no pudo atestiguar el trabajo actoral que desarrollaron Joaquín Cosío y José María de Tavira en la primera temporada, cuando fueron los protagonistas de la historia.

“Me encantó leerla (La desobediencia de Marte), me parece un texto muy logrado y conmovedor, lleno de mundos que se habitan y eso como lector fue atractivo y como actor me motivó a decir: 'Esto lo quiero hacer sí o sí'".

El planteamiento de la obra

En opinión de Mauricio Isaac, la puesta en escena plantea el punto de vista de dos astrónomos en la búsqueda de entender el planeta en el que habitan, actividad que los lleva a desarrollar teorías y hallazgos, pero las preguntas existenciales que se plantearon para dichos descubrimientos siguen presentes en el siglo XXI.

“Creo que ahora en el siglo XXI seguimos con las mismas preguntas: ¿Qué hacemos aquí?, ¿por qué estamos aquí? y ¿cuál es nuestra función en el Universo? Y más ahora estamos acabando con el planeta a pasos agigantados, eso demuestra que no estamos entendiendo la función real del ser humano”.

Isaac compartió que la obra le ha dejado varias enseñanzas, como el no pelearse con el pasado ante la oportunidad de poder transformar el presente; luchar por los sueños e ideas como individuos y sociedad, y en el aspecto personal, el poder agradecer el trabajo, bueno o malo, que su padre realizó en su crianza.

Los retos para el actor

Mauricio compartió que cada personaje en su carrera ha implicado un reto distinto, pues las historias plantean situaciones distintas con las que inevitablemente ha conectado y destacó que en ese aspecto radica la maravilla del teatro, en lograr que los involucrados se identifiquen como ser humanos.

Previo al final de temporada de La desobediencia de Marte, el 1 de diciembre próximo, el actor compartió: “Actuar me ha salvado la vida emocional y físicamente, por el hecho de la disciplina y el estar presente al ciento por ciento, porque son aspectos que el público merece y personalmente, la obra me ha cambiado en muchos sentidos.

“Como humanos tenemos la posibilidad de generar cosas y lo mejor es que sean cosas positivas, que nos cambien la vida y nos lleven a la catarsis” --puntualizó el artista, quien además resaltó la necesidad de levantar la mano para generar un cambio que propicie la evolución humana hacia algún rumbo.