Se asoman enfrentamientos a zonas agrestes de Mezquital
El fin de semana pasado se registró un enfrentamiento entre integrantes de un grupo criminal y elementos de la Policía Estatal en el municipio de Mezquital.
De acuerdo con información recabada por El Siglo de Durango fue en la localidad de Yerbaniz, ubicada a ocho horas de la cabecera municipal de esa demarcación, donde ocurrió la balacera, tras la cual no se reportaron oficialmente muertos ni heridos.
Se sabe que un grupo de hombres armados emboscó a policías estatales destacamentados en ese municipio. Los presuntos criminales se trasladaban a pie y desde cerros dispararon contra los agentes.
Pero no parece un hecho aislado: en las últimas semanas han aumentado los comentarios sobre presuntos enfrentamientos registrados en los lugares más recónditos de la sierra de diversas regiones de esta entidad, sobre todo en la zona limítrofe con Nayarit. Grupos delictivos hasta ahora no identificados, al menos públicamente, pelean por la "plaza".
Desde hace un par de décadas Mezquital se convirtió en un territorio peligroso para muchos. La gente reconoce que droga siempre ha habido: según los testimonios, se recuerda como antes los señores sembraban marihuana y luego en burro iban a Nayarit a venderla "sin problema".
A nivel nacional Mezquital es el segundo municipio más pobre y a nivel local uno de los más violentos. El año pasado allí ocurrieron casi la mitad de los homicidios dolosos registrados en la zona sierra del estado.
Las fuentes consultadas indican que el ingreso de los cárteles cambió todo: comenzaron a obligar a la gente a venderles a ellos y a fijar precios. Además surgió el esclavismo, ya que deben sembrar la cantidad que se les impone, para lo cual les entregan la semilla, y de haber pérdidas estas deben ser saldadas por los campesinos.
No obstante, lo que más preocupa a los habitantes es el que los menores sean reclutados por el narco y empleados como sicarios en Nayarit y Zacatecas, estados colindantes. Eso platica la gente en las comunidades.
Que hay "chavitos" que se van a trabajar con ellos luego de que generan adicción a drogas como la cocaína, es una versión que se repite pero no existen denuncias. "Nadie se atreve", expone un habitante de la zona. Además, en la sierra las balaceras son usuales aunque pocas veces confirmadas por las autoridades.
El antecedente previo al ocurrido en Yerbaniz se registró el último fin de semana de enero, en los límites de Durango y Nayarit. Fuentes alertaron sobre varios muertos y heridos de bala.
La balacera con rifles de asalto ocurrió entre grupos criminales establecidos entre ambas entidades.
Según la información, aquella afrenta duró cinco horas y dejó un saldo de tres muertos, levantados por sus compañeros de célula, dos de los cuales fueron trasladados a Nayarit.
Entre la incertidumbre de lo que realmente sucede los comuneros tienen miedo, por ello quienes pueden mandan a sus hijos adolescentes a estudiar a otros estados o a la capital de Durango, pero la mayoría se queda a trabajar con "los malandros de aquí o de allá".