Alimentos para una tiroides saludable
Cuando los niveles de hormona tiroidea están bajos, los procesos corporales comienzan a funcionar con lentitud. Podrías notar que sientes más frío y te fatigas fácilmente, que tu piel se reseca o sufres estreñimiento. Sin embargo, los cambios inexplicables en el peso es uno de los síntomas más evidentes de que la tiroides funciona mal.
Si padeces una enfermedad de este tipo, tu cuerpo consume la energía más lenta o más rápido de lo debido, según si se trata de hipertiroidismo o hipotiroidismo. Para mantener esa situación bajo control y evitar problemas, puedes complementar tratamientos médicos con los siguientes alimentos:
Según los especialistas, la deficiencia de yodo es la causa más común de hipotiroidismo y afecta al 15% de las mujeres en EE. UU., por lo que una dieta rica en este mineral resultará de gran ayuda. Para obtenerlo puedes elegir entre diferentes opciones: huevos, acelga, calabaza, semillas de sésamo, mariscos, almejas, mejillones o atún.
ÁCIDOS GRASOS OMEGA 3
Los ácidos grasos Omega 3 son los responsables de impulsar el metabolismo, aumentar la circulación sanguínea y ayudar a reducir la inflamación que causa la lenta función tiroidea. Los alimentos que puedes incluir en tu dieta para incorporarlos son: aceite de linaza, salmón, pescado azul, como atún, bacalao y caballa, y en menor medida los frutos secos.
ZINC
Es uno de los minerales más importantes en el cuerpo y juega un papel esencial en la función de la hormona tiroidea. La evidencia científica señala que las mujeres que tomaron un suplemento de zinc (10 miligramos diarios) registraron una notable mejoría de sus síntomas. También puedes incluir en tu dieta ostras, germen de trigo, salvado, carne de cordero, jengibre, frutos secos y guisantes.
COBRE
El cobre desempeña un papel esencial para el buen funcionamiento de la tiroides y para la producción de las hormonas responsables de regularla. Los alimentos que más cantidad de este micromineral contienen son el hígado, riñón, mollejas y otras vísceras. También se encuentra en carnes, cereales integrales, cacao y legumbres.
SELENIO
El selenio es un potente antioxidante celular que interviene en la formación de las hormonas tiroideas y protege a la glándula tiroides de los daños de los llamados radicales libres. Puedes incluir los siguientes alimentos en tu dieta para aumentar el aporte de selenio: setas, ajo, cebolla, semillas de girasol o sésamo, huevos y germen de trigo.
HIERRO
El hierro forma parte del mecanismo que transporta las hormonas tiroideas dentro de las células, por lo que, si se tiene niveles bajos de este mineral, se pueden padecer síntomas de hipotiroidismo. Las lentejas, garbanzos, arroz integral, almendras, semillas de girasol, hígado, sardinas, yemas de huevo y espinacas son opciones ricas en hierro.
QUÉ EVITAR
° Los llamados bocígenos, que son ricos en ácidos cafeico, clorogénico, elágico y litio, e interfieren en la producción de hormonas tiroideas.
° La soya está compuesta por isoflavonas que interfieren en la absorción de yodo por la tiroides y pueden afectar negativamente la síntesis de hormonas tiroideas.