Descarta FGR que víctima de homicidio fuera testigo protegido en CDMX
La Fiscalía General de la República (FGR) descartó que Víctor Manuel Padilla Murillo, "El Chatarras", asesinado en un edificio a unas cuadras de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), fuera un testigo protegido o colaborara con la institución.
Aun cuando fuentes locales de la Ciudad de México aseguraron que el hombre ejecutado la madrugada del viernes en un edificio de la colonia Guerrero era un testigo protegido de la instancia federal, la FGR negó dicha información.
Se publicó este sábado que Padilla Murillo fue un operador del Cártel de Sinaloa y que se resguardaba en un edificio ubicado sobre la calle de Lerdo, casi esquina con Reforma, junto al edificio de Comunicación Social de la FGR.
Incluso, se señaló una posible colusión del personal ministerial para facilitar el acceso y el escape a los sicarios, pues en la puerta de acceso al edificio las autoridades encontraron una llave pegada por dentro; sin embargo, la instancia federal descartó los hechos.
"No se dieron dentro de las oficinas de SEIDO [fueron en el edificio contiguo] y el sujeto que falleció tampoco era testigo ni elemento de la SEIDO, o sea no tiene que ver absolutamente nada con la FGR ni tenía relación alguna con la institución", señaló la fiscalía.
La noche del jueves, "El Chatarras" salió al Bar La Mansión, en la avenida Gustavo Baz, de Tlalnepantla, donde pagó a dos mujeres por su acompañamiento y, junto con su escolta, regresaron a Lerdo.
Al llegar al inmueble señalado, las cuatro personas ingresaron al elevador, pero al llegar al quinto piso, desconocidos que ya lo esperaban dispararon directamente contra Padilla Murillo. Tanto el guardia personal como las dos mujeres resultaron ilesos.
El escolta —quien fue presentado en el MP— aseguró que se le encasquilló el arma mientras los sicarios escapaban en una camioneta Honda CR-V blanca, placas NYC5761, misma que fue hallada en el cruce de Fray Servando Teresa de Mier y Bolívar.
Fuentes indican que desde 2015 el occiso era buscado por la misma SEIDO por delincuencia organizada en la modalidad de secuestro, hasta que el 31 de agosto de 2019 fue detenido en el Aeropuerto Internacional de Guadalajara, luego de ser sorprendido en el aeropuerto de Los Ángeles intentado ingresar a Estados Unidos.