Andrea Chávez, la heredera.
Norteña de Ciudad Juárez, del mero Chihuahua, así define su origen, la joven activista social, Andrea Chávez Treviño que lucha desde que tenía quince años por el respeto y el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres.
Y es que, haber nacido y crecido en el norte agreste, debió ser el contexto ideal para forjar la personalidad retadora y directa de quien también a partir del próximo mes de septiembre, habrá de convertirse en Diputada Federal por el Movimiento de Regeneración Nacional.
En su mirada, su actitud y sus palabras, Andrea parece acumular la valentía y el coraje heredados de tantas y tantas mujeres norteñas que la antecedieron en distintas luchas. Desde Nellie Campobello quien siendo una niña retratara desde su ventana los horrores de la revolución mexicana, pasando por los cientos de "Adelitas" que empuñaron un arma en defensa de lo que era suyo, hasta llegar a los primeros triunfos para la causas de la igualdad con una tenaz Diana Álvarez Ramírez o el recuerdo imborrable de la persistencia y el tesón de Marisela Escobedo a quien como sabemos el estado le negó la justicia y terminó brutalmente asesinada.
Andrea estudió leyes en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez y cuando aún cursaba la carrera, resultó seleccionada para representar a México en el foro "Youth, Peace, and Security" (Juventud, Paz y Seguridad) a invitación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Amman, Jordania. De esta manera, la brillante estudiante de derecho y feminista, pudo colaborar en la redacción del apartado sobre feminicidio dentro de la Resolución 2250 del Consejo de Seguridad del Organismo Internacional, la cual consideró que la población juvenil mundial debía dejar de ser receptora pasiva de políticas públicas y tenía que involucrarse de manera más activa en la formulación y desarrollo de las mismas. A partir de ahí la experiencia de Andrea fue aumentando y dos años después la organización Women2Women la seleccionó para participar en su Congreso Mundial en la Universidad de Harvard.
Así pues, con montones de realidades vividas en el norte de México relacionadas a la violencia contra las mujeres y la experiencia adquirida en distintos foros nacionales e internacionales, estaba claro que el futuro inmediato y de largo plazo de esta joven, no podría desvincularse jamás de la defensa de las causas de las mujeres.
Para el año 2018 colaboró en el Senado de la Republica en labores de investigación sobre temas de violencia de género particularmente en problemáticas relacionadas al feminicidio y con 21 años cumplidos se convirtió en coordinadora de asesores en la Cámara Alta. A partir de ahí, fue invitada a participar en distintas mesas de análisis en medios de comunicación y fue en una de estas mesas que su peculiar estilo frontal y sin cortapisas le valió un inesperado reconocimiento gracias a la viralizacion en redes sociales de sus declaraciones: "Mientras en Juárez, de donde soy, no había un peso para identificar los cuerpos de las víctimas de feminicidio, Calderón pagaba 1300 millones por la Estela de Luz. Me apena que aún existan personas dispuestas a defender el abuso y burlarse del dolor de las víctimas." diría en 2019.
Andrea en ese momento desveló una realidad cotidiana que la mayoría inconscientemente sentía ajena, sin embargo, es probable que a partir de entonces, muchos jóvenes constatamos que nuestra palabra tenía que ser escuchada y que las redes sociales serian una herramienta poderosa para hacerla sonar en cualquier sitio del país y del mundo.
Hoy Andrea Chávez -quien recientemente estuvo en Durango- es uno de los principales activos jóvenes de la cuarta transformación y se encuentra ante la oportunidad histórica de llevar todos esos ejemplos de maltrato, olvido, abandono y muerte de cientos de mujeres ante la máxima magistratura de este país: el Congreso de la Unión. Estoy seguro que ninguna de las historias que ha conocido o ha sido testigo quedarán en el olvido, y que asumirá con responsabilidad su obligación de contribuir al cambio de este país. Espero que a esta cruzada de transformación nacional puedan seguirse sumando cada vez más jóvenes.