Los aficionados a la lucha libre tuvieron una cita el pasado jueves 23 de diciembre para ver el regreso a los escenarios de la región de Andrade “El ídolo”.
Antes de la función, el gladiador originario de Gómez Palacio, Durango, visitaba el lugar que lo vio crecer en este deporte cuando tenía 13 años de edad y usaba la máscara de Brillante Jr.
La Arena Olímpico Laguna abrió sus puertas al público a partir de las 19:30 y bastó solamente una hora para que el recinto luciera completamente abarrotado.
El espectáculo comenzó con la exhibición de “La Gemas del Ring”, Brillante, Diamante y Zafiro Jr., tres jóvenes promesas que forman parte de la Dinastía Andrade, y quienes se enfrentaron al Ángel Negro, Syrus y uno de los consentidos de la Olímpico Laguna, Rey Insólito, logrando con sus lanzamientos y golpes que el público estuviera atento y metido en el combate.
Zafiro Jr. fue uno de los más destacados, ganándose una gran ovación de los asistentes que continuamente se levantaron de sus asientos para ver sus vuelos y celebrar que los había concretado a la perfección.
La segunda lucha llegó con el arribo de Piloto Negro y Piloto Suicida en contra de Árabe Jr. y Dulce Paola; las carcajadas no se hicieron esperar luego de que este último llegara “cobrándole el aguinaldo” a Piloto Negro, así como destacó el estilo que caracteriza la lucha libre en la que participan los gladiadores exóticos.
Con la Arena Olímpico a reventar, El Elegido se robó los vitoreos y aplausos de los aficionados al “deleitar” con sus sensuales pasos que compartió con una mujer que decidió subir al ring para bailar junto a el luchador, aunque el acto fue interrumpido por Mr. Águila, Hijo del Espectro y el Zorro, para así dar inicio al tercer combate de la noche, antes de que el gran esperado apareciera.
Después de su camino por el Consejo Mundial de Lucha Libre, donde creció su fama nacional e internacionalmente, y brillar como una de las superestrellas de World Wrestling Entertainment (WWE) y actualmente del All Elite Wrestling (AEW), Andrade reapareció en La Laguna acompañado de Sombrita de Oro Primero y Segundo, sus sobrinos de gladiador de seis y ocho años de edad que aspiran a seguir sus pasos.
“El ídolo”, apareció con su vestuario inspirado en el personaje de “Roman Sionis”, mientras que al quitarse la máscara, el grito de su nombre a una sola voz por los cientos de personas que presenciaban su aparición pudo escucharse de gran manera antes de que el luchador rindiera agradecimiento a quienes fueron sus maestros; su tío Pentagón, Diamante, a la Dinastía de los Stukas, a su padre Brillante, haciendo una mención especial para su madre, Juanis Oropeza, quien falleció en el 2019.
Luego de este reconocimiento, Pagano y Dr. Wagner Jr. saltaron al ring para dar comienzo a la función estelar, donde los abucheos en su contra dejaron en claro que la localía de Andrade estaba presente.
El “Noa Noa Style” comenzó a “encender” el combate, mientras que Wagner Jr. era desaprobado por los asistentes que ni la frase de “En mi casa y con mi gente se me respeta” le dejaban concluir al meterse con él cada vez que tomaba los micrófonos, mismos que terminaron volando debido a las fallas de audio.
Después de repartir golpes hasta con sillas y mesas, “El Ídolo” terminó la función evidenciando el increíble físico que ha logrado a base de trabajo duro y el compromiso que tiene con la lucha libre, un deporte que forma parte del patrimonio cultural de México y el cual representa dignamente en los Estados Unidos.
Andrade “El ídolo”, no se retiró sin antes agradecer el afecto de los asistentes y el apoyo a su carrera luchística, además de prometer estar de vuelta el próximo año.