El arte desde la comunidad LGBT+
La presencia de los grupos LGBT+ en el arte es un tema histórico; desde las grandes obras pictóricas de Rembrandt que aludían a la homosexualidad en la mitología griega, y pasando por el subversivo Caravaggio maestro del tenebrismo, quien a finales del siglo XVII irrumpió el arte tradicional con escenas de la vida cotidiana en las que no solo representó a la gitana o al desvalido, sino también al transexual y a todo aquel que vivía su sexualidad en el claroscuro; llegamos al siglo XXI con el venezolano Daniel Arzola, quien haciendo uso de técnicas digitales acordes a su tiempo, el 2013 creó una campaña gráfica basada en ilustraciones y frases realizadas por él mismo, llamada No Soy Tu Chiste en las cuales abordó el abuso, la burla y violencia hacia las personas por sus diferencias y en específico por su género u orientación sexual. No Soy Tu Chiste se volvió viral internacionalmente y se adaptó a tres idiomas (español, inglés y portugués).
Las mujeres por su parte han hecho lo propio; sin embargo la historia como sabemos, no ha hecho sino menoscabar su trabajo a través de los siglos. Es a partir de las últimas décadas que se ha reconocido su importancia en la historia de la plástica. Bernice Bing, una artista lesbiana estadounidense de origen chino, es uno de esos casos, Bing participó en la escena artística del área de la Bahía de San Francisco en los años sesentas, además fue conocida entre otras cosas por la "abstracción inspirada por la caligrafía" en sus pinturas, la cual adoptó después de estudiar con Saburo Hasegawa. Por su parte Mónica Briones, fue una pintora y escultora chilena, prolífica, pero a sus 34 años fue asesinada en plena dictadura militar; incluso el suyo es considerado el primer caso documentado1? de un crimen de odio lesbofóbico en Chile, el que por cierto inspiró la conformación de la primera agrupación lésbica en su país. En México, María Izquierdo reinterpretó en muchas de sus obras, las tradiciones mexicanas y creó atmósferas sobre los objetos populares; pero lo verdaderamente relevante de su trabajo fueron las aproximaciones al estudio de género desde la plástica y la forma cómo entendió y representó a las mujeres de su época.
El arte en cualquiera de sus manifestaciones ha sido a través de la historia el gran aliado en la lucha por visibilizar, dignificar y hacer valer los derechos de la comunidad LGBT+, sobretodo en los últimos 50 años, durante los cuales miles de artistas en todo el mundo han volcado su creatividad y entusiasmo por representar el derecho a la libertad de elegir a quien amar. Este año, el Ayuntamiento del Municipio de Durango se ha unido a la conmemoración del Día del Orgullo Gay, colocando una bandera de colores iluminada en distintos puntos de la ciudad, así como una en el Museo de la Ciudad 450, dando muestra de que el arte y la cultura son los grandes mensajeros del respeto, la tolerancia, la paz y el amor al prójimo. ¡Bien por Jorge Salum, Presidente Municipal!
Termino mi colaboración recordándole que una de las demandas del movimiento LGBT+ es el derecho al matrimonio y la adopción, así como la despenalización de la homosexualidad en los diversos países y la erradicación de la homofobia y la transfobia. Sinaloa y Baja California acaban de aprobar hace apenas algunas semanas el matrimonio igualitario, uniéndose así a otros 18 estados. Durango por su parte rechazó de nueva cuenta la iniciativa en el Congreso Local. Entonces ¿Para cuándo?
Le deseo una semana llena de color, magia y mucha esperanza. Feliz día del orgullo, feliz del amor libre.