Fabián Cháirez y el éxito tras 'Zapata después de Zapata'
Apasionado, desbordado e irreverente; "así soy", dice Fabián Cháirez.
Desde diciembre de 2019, la vida de Cháirez cambió. Después de su polémico debut en Bellas Artes con "La Revolución", que formó parte de la exhibición "Emiliano: Zapata después de Zapata", el artista y representante de la comunidad LGBTTTI+ ha estado en activo participando en revistas de moda, podcasts y exposiciones en Europa, la más reciente en The UK Mexican Arts Society, en Londres, ahí, asegura, el recibimiento a su obra ha sido positivo, muy diferente en comparación al de México.
"Hubo cosas buenas, pero también un linchamiento violento. Había gente buscando mi cabeza, recibí amenazas de muerte, igual mi familia", dice el pintor y agrega que desde entonces no ha vuelto a escuchar de los descendientes de Emiliano Zapata ni de otros detractores, quienes "solo querían sacar ventaja de esa situación".
Ahora, Cháirez ve todo en perspectiva: "Pienso en ese muchachito de 19 años que iba en la combi, apretado y con todos sus materiales, de camino a la universidad y que ahora expone junto a un Picasso. No tiene precio". El pintor se refiere a que su cuadro convive con obras de grandes artistas de la colección del español Tatxo Benet.
Hoy en día, dice, "apostar por el arte contemporáneo puede traer consecuencias positivas y este fue un buen ejemplo". Hoy el coleccionismo de arte mexicano aún es conservador, afirma: "No apuestan por lo local, siempre miran por lo avalado afuera (del país) ".
Es por ello que Cháirez considera incursionar en la venta de NFT's (non fungible token), la última tendencia en producción y venta de arte que consiste en archivos digitales encriptados, imposibles de editar. "Es una forma segura de poder avalar y tener control sobre mis imágenes. Es una herramienta poderosa para garantizar la autoría de la obra cuando circula en Internet. Aunque hago algo bastante clásico como la pintura, estoy a la mira de lo que se hace actualmente".
Para Cháirez , esta nueva serie implica alcanzar un nivel superior de vulnerabilidad, ya que ahora las referencias autobiográficas en su obra son más profundas. "Creo que esta es la única forma en la que los hombres podemos revolucionar ahora, mostrando vulnerabilidad".
Para el artista, el activismo en la comunidad LGBTTTI+ no es novedad; aunque considera que la mercadotecnia banaliza al movimiento, asegura que no está en contra de que la estética gay haya llegado a un nivel mainstream, o sea popular.
Sobre la "inquisidora" cultura de cancelación, asegura que es rico el debate que se genera, porque invita a reflexionar sobre los límites de la libertad de expresión, que se rebasa cuando el odio sale a relucir: "Ahí es donde sí marco la raya". Le preocupa, dice, "que cayéramos en una especie de inquisición. Sería un error estar sólo cancelando, cerrando puertas".