Los noventa y pocos de Ifigenia
Aunque se dice que es de mal gusto decir la edad de una mujer, no existe cosa menos cierta cuando al revelar un número podemos conocer no solo la experiencia y la trayectoria de alguien, sino además el legado y las aportaciones que esta persona ha hecho a nuestro país. Ifigenia Martha Martínez y Hernández, mejor conocida solamente como Ifigenia Martínez, nació en junio de 1930 en el antiguo Distrito Federal. Muchos años después, como integrante de la Asamblea constituyente le otorgaría a este su lugar de nacimiento, el título de Ciudad de México.
Doña Ifigenia es un referente obligado para las mujeres mexicanas como lo es además para múltiples generaciones de economistas, administradores públicos, políticos y diplomáticos de México y el mundo quienes tienen mucho que aprender de ella, pues muy pocas personas pueden contar entre sus logros el haber sido Diputado Federal, Diputado Constituyente de la Ciudad de México, representante de México en la ONU, Senadora de la Republica, integrante del movimiento del 68, Directora de la Facultad de Economía de la UNAM o asesora de destacados funcionarios como el caso de Jaime Torres Bodet en la Secretaria de Educación por mencionar solo algunos datos de su extenso curriculum.
Esta mujer descrita por sus hijos y nietos como "inteligente, carismática brillante, patriota, alegre y generosa que busca siempre servir a su país" no ha dejado que la edad amaine su lucidez y entereza.
Ahora como Senadora de la República -en palabras de su compañera Senadora Vanessa Rubio- "Llega puntual, preparada e impecable a las citas legislativas.
Derrama generosidad, sabiduría y experiencia. Siempre con participaciones pertinentes y bien razonadas" y como no, si además de la amplia trayectoria en la vida pública, Doña Ifigenia Martínez fue la primera mujer mexicana en obtener una Maestría y cursar el doctorado en Economía en la prestigiada Universidad de Harvard; aunado a lo anterior hay que sumarle su profunda e inamovible convicción de hacer lo que es correcto para este país.
Al lado de Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo, fundó el Partido de la Revolución Democrática y luchó para provocar un cambio en la rancia política que se venía practicando.
En marzo de 2019, el Senado de la República otorgó a su salón de protocolos el nombre de esta insigne mujer. En esa ocasión, una vez más Doña Ifigenia Martínez nos recordó los grandes pendientes que este país tiene en materia económica y de lucha contra la desigualdad y el papel que cada uno debemos jugar lejos de la simulación y los privilegios. "Me embarga una emoción muy particular y, al mismo tiempo, me compromete a poner todo mi empeño y experiencia para que todos juntos marquemos el destino de México, con la mirada puesta en el combate a la desigualdad, a fin de erradicar la pobreza en un ambiente de paz"- diría de manera contundente-.
A sus "noventa y pocos" Doña Ifigenia nos dio con este discurso la clave para aspirar a una mejor patria: luchar juntos todos con la mirada puesta en un solo objetivo que combata la desigualdad y erradique la pobreza. Cierto estoy, que si nos consideramos apasionados de este país no debemos perder un minuto más sin atender y aplicar las enseñanzas de esta gran maestra.