
Muñeca de Amealco, más allá de un juguete
Es fácil encontrarlas en puestos de artesanías, tianguis, tiendas y muchos otros lugares. Resaltan por su carita simpática y su ajuar colorido. Se trata de las muñecas de Amealco, Querétaro, también conocidas como Marías o muñecas otomíes. Pero, ¿cuál es su historia? ¡Aquí te la contamos!
Su origen se remonta a la época colonial. Es consecuencia del sincretismo que hubo entre españoles y los pueblos originarios -principalmente entre los otomíes y mazahuas- de Michoacán, del Estado de México y, sobre todo, de Amealco, Querétaro, donde cobraron mayor relevancia.
Además, se cree que las primeras muñecas estaban hechas de arcilla, palma y cabellos de maíz. Aunque su fin no era el de ser un juguete sino de proteger a los niños de los malos espíritus.
Posteriormente, aquellos materiales se sustituyeron con trapos (actualmente popelina) y listones de colores. De esta manera, las muñecas representaban la manera de vestir de las mujeres indígenas, convirtiéndose así en una figura de identidad regional y después del país entero.
Cabe señalar que las Marías resultaron ser mucho más baratas que otro tipo de muñecas (como las de porcelana). Y es que los precios oscilan entre los $40 y $200 MXN dependiendo del tamaño. Por ello y por su carácter alegre, las muñecas de Amealco se volvieron muy populares entre niñas, niños y hasta adultos.
Actualmente, y pese a la infinita oferta de juguetes, las Marías continúan siendo las preferidas de muchos niños -sobre todo de aquellos que viven en los municipios donde estas se elaboran- así como de muchos extranjeros pues, incluso, Lele, una muñeca otomí gigante, ha visitado ciudades como Londres, San Francisco y Madrid, entre otras.