
Propiedades de la espinaca
La espinaca es una planta de la familia de las amarantáceas, cultivada como verdura por sus hojas comestibles, grandes y de color verde muy oscuro.
Tradicionalmente se cultivan dos: las de verano, con semillas lisas y apenas resistentes a las heladas; y las de invierno, totalmente resistentes a las heladas, de semillas espinosas y, generalmente con hojas más lobuladas.
Esto nos permite disponer de espinacas durante todo el año.
Pero ¿cuáles son sus aportes al consumirla? La dermatóloga Rossana Janina de la Fundación Mexicana para la Dermatología y la nutrióloga Laura Romero del centro Nutrest nos lo cuentan.
Es rica en fibra, vitamina A, B1, B2, C, K, calcio, fósforo, hierro, ácido fólico, magnesio, zinc y betacarotenos, estos últimos poseen potente actividad antioxidante.
Las espinacas son buenísimas en dietas para adelgazar ya que producen saciedad y sólo aportan 16 calorías por cada 100 gramos.
BENEFICIOS PARA TU SALUD
Las espinacas son de los alimentos anticancerígenos más destacados, propiedad atribuida a la importante cantidad de betacarotenos que posee, ya que frena la acción de los radicales libres sobre las células.
Es muy recomendable su consumo durante el embarazo, pues el zinc interviene en la formación de los huesos, y el ácido fólico previene defectos en la columna vertebral, malformaciones en el feto, tales como espina bífida y labio leporino.
Favorece el funcionamiento del sistema inmunológico, así como el control de la diabetes pues contiene un antioxidante conocido como ácido alfalipoico, que aumenta la sensibilidad a la insulina.
Las espinacas son altamente recomendadas en caso de padecer anemia debido a su aporte en hierro que mejora la absorción con la vitamina C, también presente en esta verdura.
Contienen luteína y zeaxantina, sustancias que mejoran la visión y previenen la ceguera causada por la degeneración macular.
El consumo de espinacas crudas o cocidas ayuda a disminuir el estreñimiento logrando regular el tránsito intestinal.