¿Qué son poli-hidroxiácidos?
Poros dilatados, puntos negros, finas líneas o arrugas, piel apagada, pérdida de firmeza... estos son algunos de los motivos por los que se suele acudir a los conocidos como hidroxiácidos, entre los cuales los más famosos suelen ser los AHA o alfahidroxiácidos y los BHA, la opción beta.
Los AHA y BHA tiene funciones muy diversas y útiles. Mientras que AHAs como el mandélico, láctico o el glicólico reducen signos de la edad, unifican el tono y limpian el tejido, los BHA como el salicílico son perfectos para romper el sebo en las pieles más grasas.
Sin embargo, los PHA tienen muchos beneficios de los dos primeros, pero una clara diferencia: son menos irritativos, convirtiéndose en la opción preferida de las pieles más sensibles.
¿QUÉ SABE DE ESTOS ÁCIDOS?
Al ser ácidos exfoliantes, los PHAs remueven las células muertas para emparejar el tono, disminuir los brotes de acné, descongestionar los poros e intensificar la luminosidad. Aunque también tienen otra función muy buena, los PHAs son altos en antioxidantes y combaten la glicación, un proceso que sucede cuando el azúcar digerido se adhiere permanente mente al colágeno de la piel y lo debilita (también debilita los niveles de elastina). Esto significa que ayudan a rejuvenecer la piel de adentro hacia afuera.
¿CÓMO INTEGRARLOS?
Esto depende del tipo de producto y su formulación, pero hay algunas reglas básicas que se deben seguir con cualquier tipo de ácido.
La primera es que no se debe mezclar con otros ácidos, mejor busca fórmulas que ya contengan todos los ingredientes que quieres utilizar (hay muy buenos tónicos con AHAs, BHAs y PHAs).
Úsalos por las noches para disminuir los efectos adversos a la exposición solar y complementa con el uso de protector solar durante el día.
Si tienes piel sensible y/o muy seca, puedes usarlo sin problemas pero prueba la fórmula en tu antebrazo y ve si hay una reacción negativa.