Sabores duranguenses
Colores, platillos y sabores que identifícan a Durango en la gastronomía.
ASADO ROJO
Sin lugar a dudas el platillo más preparado en las cocinas duranguenses. Elemento principal de la llamada reliquia, una deliciosa tradición en donde fieles católicos ofrecen a la comunidad y visitantes un plato compuesto por Asado, patoles y ´´sopas´´ como ofrenda hacia algún santo a manera de pago de una manda (promesa). Este riquísimo guiso es un relleno obligatorio de las tradicionales gorditas. Cabe mencionar que se diferencia del asado de bodas en que este se prepara principalmente salado y solo se añade un toque dulce que aporta la naranja. Se realiza con chiles puya, guajillo y la inigualable sazón casera.
CALDILLO DURANGUEÑO
Platillo emblemático de la cocina duranguense que forma parte de la tradición de caldos serreños. Carne seca, chile pasado, cebolla y ajos, son los ingredientes del caldillo endémico y tradicional; aunque la receta ha sido modificada remplazando los ingredientes originales por otros que son más fáciles de conseguir. Su creación como la de muchos otros caldillos tradicionales fue en la búsqueda de platillos que menguaran un poco los climas agrestes de la vasta sierra duranguense. Este exquisito platillo podrás degustarlo en fondas y restaurantes a lo largo del estado.
DISCADA
En Durango, la diferencia principal radica en que se elabora con carne molida; también es de destacar que es un relleno tradicional para las deliciosas gorditas. Siguiendo con la tradición norteña, la discada se consume principalmente los fines de semana para festejar algún evento familiar, deportivo o simplemente por convivir entre amigos, claro, acompañado de alguna cerveza.
MEZCAL
Siete estados de la republica tienen la denominación de origen en la producción de esta bebida precolombina, pero como el de Durango ninguno. Y es que son varias las características que vuelven único al mezcal duranguense, desde que es elaborado mayormente de forma artesanal, que el agave es endémico de la región (agave Durangensis), y al sabor peculiar que genera el método de cocimiento de las piñas del agave. De sabor intenso, pero completo en aromas y sabores a humo, madera y quiote, es un deleite solo o acompañado con un poco de naranja.