Antecedentes al eclipse del 10 de septiembre de 1923 en Yerbanís y Pasaje , Dgo.
(Tercera de tres partes)
Primera expedición mexicana a un eclipse solar total.
Para el 1° de enero de 1889 se presentó un eclipse total de sol en los Estados Unidos de Norteamérica y el Ingeniero Miguel Anguiano comisionó a Felipe Valle para viajar y estar presentes con el objetivo de estudiar los métodos de observación y los instrumentos, que con motivo del eclipse total de sol, se usarían; en su viaje visitó varios observatorios, incluidos Lick, Dearborn, Dudley, Yale y los Observatorios Navales de EE. UU. En Willows, California, visitaron al Profesor W. H. Pickering, el cual dirigía la Estación Astronómica del Observatorio de la Universidad de Harvard en Cambridge; el profesor W.H. Pickering fue un astrónomo reconocido en su tiempo y él fue el descubridor de Febe, un satélite de Saturno.
El ingeniero Valle, al llegar a la ciudad de Sacramento en California, se encontró a su amigo astrónomo, el Profesor H. S. Pritchett, de la Universidad de Washington, y junto con los astrónomos Engler, Nipher y Charroppin, se dirigieron a la zona de la totalidad para observar el eclipse. El Ingeniero Valle, al estar en el campamento, ofreció sus servicios y participación dentro del desarrollo del eclipse y en respuesta a este ofrecimiento se le encomendó el examen, a la simple vista, de la corona exterior y especialmente el de las ráfagas luminosas.
La expedición en la que participó Felipe Valle tuvo buenos resultados, en el reporte presentado por la expedición de la Universidad de Washingto, hace referencia a la excelente participación de Valle agradeciendo sus datos, igualmente, ya como publicación del Observatorio Astronómico Nacional, el ingeniero Felipe Valle dejó asentada su participación y logros.
El trabajo del Ingeniero Anguiano siguió dando frutos de su incansable labor junto con la cercanía de Felipe Valle que cada día cobraba fuerza y al tiempo recibiría la responsabilidad mayor en el Observatorio Nacional.
En junio 29 de 1891 Anguiano y Valle fueron aceptados como miembros en la Sociedad Astronómica Francesa, la red de publicaciones internacionales y el reconocimiento de instituciones extranjeras se seguía moldeando hasta llegar al reconocimiento del proyecto al que Anguiano había sido seleccionado para la creación y dirección del observatorio.
En octubre de ese mismo año recibe el Ingeniero Valentín Gama nombramiento como ayudante de Felipe Valle, integrándose a una carrera que al tiempo lo llevó a ser el tercer director.
En 1893 se tuvo una visita muy importante a las instalaciones del Observatorio Nacional por el presidente de la reconocida Sociedad Astronómica del Pacífico, una de las principales asociaciones astronómicas más prestigiosas a nivel mundial; su presidente vino a conocer las instalaciones, equipamiento y al personal del Observatorio Nacional. En el reporte que presentó a la asociación a la que precedía como resultado a la visita a nuestro país, detalló los instrumentos, telescopios, instalaciones, biblioteca y a todo el personal que conformaba al observatorio; mencionó en especial que casi todos esos instrumentos eran del fabricante irlandés Sir Howard Grubb y todo lo mencionado de equipo y personal en conjunto hacían estar totalmente a la altura de los requisitos de la astronomía moderna. Como resultado a esta visita se giró una invitación al ingeniero Anguiano como director del Observatorio Astronómico Nacional para integrarse y ser la filial mexicana de la Asociación Astronómica del Pacífico. Los resultados atinados por la compra de los telescopios y equipo hecha por el Ingeniero Anguiano en su momento, más el arduo trabajo de su equipo, seguían cosechando frutos.
La última década del siglo XIX fue intensa en el número de viajes del Ing. Ángel Anguiano. México recibió varias invitaciones a congresos internacionales a los que el Ing. Anguiano viajó para participar en éstos, como lo fue en Alemania en 1896 con la asociación Geodésica Internacional y, como consecuencia a esta participación, para 1899 se formó la comisión Geodésica del Valle de México, siendo nombrado como su director al Ingeniero Ángel Anguiano, dejando en su lugar como nuevo director del Observatorio Astronómico Nacional al Ingeniero Felipe Valle, quien se desempeñaba ya como subdirector y en las múltiples salidas a congresos del Ing. Anguiano él mismo ya lo cubría en forma interina.
Otro de los personajes en la línea de evolución y crecimiento de la astronomía mexicana y que llegó a ser el cuarto director del Observatorio Nacional lo fue Joaquín Gallo (1882-1965), quien sería para 1923 el organizador del entorno y enlace principal con las expediciones extranjeras que llegaron a nuestro país, así como el director de la expedición mexicana establecida en Yerbanís.
Su participación y acercamiento en esta historia se empieza a tener tal vez para 1890 en su niñez. Gallo mencionó en sus memorias las primeras visitas junto con su padre al Observatorio Nacional de Tacubaya aún en construcción; menciona a su padre como iniciador en el gusto por mirar el cielo, ambos hacían observaciones periódicas en la azotea de su casa y todo esto al tiempo le formaron la afición a la astronomía. Para el año de 1901 se inscribió en la Escuela Nacional de Ingenieros, en la carrera de ingeniero geógrafo, iniciando así la carrera en la cual le llevaría a ser uno de los astrónomos más reconocidos y honorables en México.