Características de la cerveza negra
Las cervezas negras se distinguen por su fermentación baja, aunque originalmente se usaba levadura de fermentación alta para elaborarlas. Por ende, el contenido alcohólico de estas cervezas es de entre 4,8 5 grados, es decir, bastante ligeras para tener mucho cuerpo.
Su color oscuro es debido al uso de maltas especialmente oscuras durante su elaboración. La malta obtiene a su vez el color durante el procedimiento de tueste, ya que el grado de quemado de la malta es el que origina el color de la cerveza.
Las cervezas oscuras son algunas de las originalmente elaboradas, siendo posible obtener colores más claros gracias a maltas tostadas más ligeras, desde hace aproximadamente 150 años.
La cerveza negra tuvo su nacimiento en Turingia y Sajonia, dos provincias alemanas. La más antigua conocida es la Braunschweiger Mumme, elaborada desde la Edad Media (la primera mención de esta cerveza es de 1390) en Brunswick. La primera mención documentada en Turingia es de 1543, y es una popular cerveza negra que sigue produciéndose actualmente.
Este tipo de cerveza negra se puede servir perfectamente con trozos de pan negro con queso crema. También combina bien con carnes marinadas como la falda y es un excelente acompañamiento del Sauerbraten alemán.
Es cierto que el consumo moderado de cerveza negra es beneficioso para la salud, ya que aporta muchos beneficios a las personas con problemas cardiovasculares además de proteger al organismo de la oxidación y el envejecimiento celular gracias a sus propiedades diuréticas.