Circo Tihany, el detrás de un espectáculo

Más de 100 personas son las que conforman el Circo Tihany, un espectáculo que después de 17 años vuelve a Durango para deslumbrar con un show de baile e ilusionismo, así como elementos escénicos y tecnológicos.

"Es una emoción grandísima poder volver a México, estamos felices de que el espectáculo haya sido abrazo por el público, de poder decirles que Las Vegas está en Durango", dijo en un breve recorrido por el lugar Enrique Alvarado, publirrelacionista de Tihany.

Aunque lo verdaderamente importante o el bien común de toda la familia Tihany es que el espectáculo sea perfecto, es el detrás del escenario, el 'backstage', lo que lo hace posible, pero regidos por el tiempo.

"El 'backstage' es muy interesante, es un show extra de las dos horas en el escenario, desde la preparación física y el maquillaje hasta los vestuarios (...) todo eso es muy interesante", comentó.

Y es que al menos dos horas antes de que inicie la primer función, todo el equipo se alista para llegar al escenario.

Detrás de este se encuentran los camerinos, uno de ellos, el de las bailarinas, donde están los vestuarios específicos para cada acto, acomodados en orden para, de nuevo, ir a favor del tiempo.

Más adelante están en otra sección las contorsionistas originarias de Mongolia, artistas fundamentales para el show y que, al igual que el resto de sus compañeros, se preparan para su actuación.

"Nosotras llegamos una hora antes, hacemos maquillaje y calentamos antes del acto como 15 o 20 minutos", contó una de ellas.

Pese a que tiene 20 años practicando esta actividad, la artista reconoció que los nervios siguen presentes. "Sí, sí me pongo nerviosa porque hay que poner atención a todos los tiempos".

Precisamente el tema del tiempo es lo que vuelve el show de Tihany un acto teatral, pues también es una puesta en escena.

"Todo tiene un lugar específico, si se mueve de lugar algo, se le complica la vida a alguien en el espectáculo; tenemos todo cronometrado, es como un reloj pero también es un teatro", recalcó Enrique.

Alguien que se toma el tiempo en serio pero más relajado es el payaso, un personaje recurrente en el show, quien desde su camerino confesó que "no se prepara para salir".

"Mi preparación es puramente el maquillaje, porque para ser payaso hay que ser espontáneo (...) no tengo una preparación específica, tengo 20 años haciendo esto y no se puede estar nervioso haciendo lo que te gusta", señaló el brasileño.

 EL VALOR DE LOS DETALLES

Más allá de los actores, también están esas otras personas que le dan color y forma, literalmente, a lo que se ve: las vestuaristas.

"Nos encargamos de tener los vestuarios listos para los bailarines, cuidamos que no se caigan las piedras, las plumas, cualquier cosa, también hacemos trajes de cero y vamos contra el tiempo y los imprevistos", detallaron.

Por toda esta preparación es que el RP del circo invita a los duranguenses a conocerlo, además de que no volverá a la ciudad hasta dentro de 17 años, tiempo que durará su actual gira.

"Pasará mucho tiempo para volver porque esos años dura el tour, así que vengan a conocerlo con sus familias, creen un vínculo porque cuando volvamos, esos niños ya serán adultos y se van a acordar", concluyó Alvarado.

El Circo Tihany ofrece funciones de martes a domingo y días festivos, con una duración de 120 minutos. Los boletos están a la venta en taquilla y en la página arema.mx.

Dedicados

De los 100 participantes, 60 viven en el circo, por lo que su oficio se convierte en un estilo de vida.

¿Sabías que...?

Los vestuarios del show están protegidos, principalmente contra la humedad, ya que hay sombreros de hasta cinco mil euros.