Cómo deshidratar alimentos
Seguramente alguna vez has notado que, tu café instantáneo, las pasas o la leche en polvo nunca cambian sus propiedades.
Esto se debe a que microorganismos como bacterias y hongos, responsables de la descomposición de alimentos, necesitan agua para subsistir y en estos alimentos, ha sido retirada.
Desecar los alimentos es la forma más antigua y sana de conservar los alimentos, pues en esta solo se extrae el agua, por lo cual no se alteran los nutrientes.
Deshidratar los alimentos se puede hacer a través de varias técnicas:
Aquí se extrae el agua de los tejidos de los alimentos por medio de un fenómeno llamado ósmosis.
Se exponen los alimentos (cubiertos para proteger de insectos) a una temperatura media y constante durante un largo periodo de tiempo y así, se pueda evaporar su contenido acuoso.
Es un proceso en el que un alimento es congelado, para después pasar de su forma sólida a la gaseosa, sin hacerlo por el estado líquido.
Hay que tener presente que cuanto más gruesa sea la pieza, más tiempo tardará en deshidratarse. Aunque no siempre es necesario, es aconsejable escaldarlos previamente, introduciéndolos en agua hirviendo durante unos segundos, para inactivar ciertas enzimas que podrían interferir en la conservación.
La mayoría de los alimentos deshidratados se conservan bien en un lugar fresco, seco y protegidos de la luz. Pueden guardarse en un tarro de cristal bien cerrado, pero no en bolsas de plástico, pues podrían enmohecerse.