El molcajete, una herencia mexicana
El molcajete es un utensilio básico de la cocina mexicana que se usa desde la época prehispánica y que le ha dado un sabor único a la gastronomía de México.
Según el Instituto Nacional de Antropología e Historia el término "molcajete" procede de las palabras náhuatl: mollicaxtli y temolcaxitl, que significan "cajete para la salsa" o "cajete de piedra para el mole".
Aunque en el Diccionario de la lengua española se afirma que proviene de la palabra mulcazitl que significa "escudilla".
El molcajete no es más que un mortero elaborado de piedra, principalmente volcánica; que es tallada en forma cóncava y en el que se machacan o muelen especias, granos y vegetales en poca cantidad.
Hasta la fecha no hay licuadora o procesador que logre el mismo sabor y consistencia que el molcajete por lo que es muy apreciado en todo el país.
Este tipo de morteros ha sido empleado en la elaboración de los alimentos desde la época prehispánica. Además, en sus orígenes se excavaban en una roca a modo de hueco para poder moler el maíz y otros frutos secos.
Con el tejolote o piedra de molcajete se machacan chiles, sal, ajos y jitomates.
Los arqueólogos afirman que lo primero que se utilizó fue el metate con un fin similar, pero con el tiempo evolucionó a este mortero.
Se sabe de la existencia del molcajete desde hace mil años y su apariencia desde entonces no ha cambiado. Más que una simple herramienta para moler, el molcajete le ha dado un toque único a la comida mexicana.
Para la elaboración de un molcajete el artesano redondea la piedra volcánica con amor y tesón.