
Espinacas ¿crudas o cocinadas?
Las espinacas son un tipo de verdura muy nutritivo que prácticamente todo el mundo consume de muchas maneras diferentes. Concretamente son beneficiosas por las vitaminas y minerales que contienen, explican desde la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Tal y como señalan estos profesionales, este alimento es una gran fuente de folatos, que contribuyen a la formación normal de las células sanguíneas; de vitamina A, que ayuda a mantener en perfecto estado las mucosas, la piel y la visión; y vitaminas C y E, que protegen a las células frente al daño oxidativo.
Las espinacas son un alimento altamente beneficioso que podemos encontrar en el mercado durante todo el año y en distintos formatos, como frescas, congeladas y en conserva.
Una vez en casa, podemos comerlas crudas o cocinadas, sin embargo, hay una de estas dos formas de comerlas que es mejor para nuestra salud.
En ese caso, comer espinacas crudas puede ser mucho más saludable que comerlas cocinadas, pero, ¿a qué se debe eso?
Al igual que muchos vegetales, las espinacas son verduras llenas de vitaminas, minerales y fitoquímicos beneficiosos para nuestra salud, explican desde la FEN.
Entre estos compuestos que forman las espinacas, encontramos la luteína, un pigmento presente en otras muchas hortalizas de hoja verde que, gracias a su poder antioxidante, ayuda al sistema inmunitario y tiene propiedades antiinflamatorias.
Según un estudio llevado a cabo por la Universidad de Linköping, en Suecia, la luteína que encontramos en las espinacas sería especialmente beneficiosa para el sistema cardiovascular. Sin embargo, al entrar en calor, la luteína se descompone, por lo que al cocinar las espinacas perderíamos gran parte de este nutriente.
De este modo, los investigadores descubrieron que al someter a altas temperaturas las espinacas, perdíamos gran parte de la luteína que contenían.
Por ello, Rosanna Chung, experta de la Universidad de Linköping y autora principal del artículo, concluyó que "lo mejor es no calentar las espinacas en absoluto".
En ese caso, la experta recomienda consumirla en crudo, y mejor si la añadimos en un batido junto con "grasas de productos lácteos, como nata, leche o yogur".
Asimismo, Chung sostiene que la espinaca, siempre cortada en trozos pequeños, todavía libera todavía más luteína a través de sus hojas.
CÓMO PODEMOS CONSUMIRLAS
Si queremos beneficiarnos de la luteína que contienen las espinacas, lo mejor es comerlas en crudo, y especialmente cortadas en trozos pequeños. Podemos probar de añadirlas en ensaladas, así como en batidos y salsas.
Si finalmente decidimos cocerlas, también obtendremos muchos nutrientes, ya que es un vegetal muy saludable perfecto para completar cualquier dieta. Si escogemos esta opción, lo mejor es no utilizar mucha agua, ya que la propia verdura es muy rica en agua.
Una última opción es freírlas, aunque en este caso debemos escurrirlas bien para disfrutarlas más.