Fundaciones Ronald Reagan y George H.W. Bush lamentan muerte de Mijaíl Gorbachov
Las fundaciones de los expresidentes de Estados Unidos Ronald Reagan y George H.W. Bush -ambos ya fallecidos- lamentaron este martes la muerte del último dirigente de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, Mijaíl Gorbachov, al que desde la Fundación Reagan calificaron de "amigo".
"Gorbachov fue un hombre que empezó siendo adversario político de Ronald Reagan y que terminó siendo un amigo. Rezamos por su familia y por la gente de Rusia", indicaron desde la Fundación e Instituto Reagan, dedicado a gestionar el legado del que fuera presidente de EE.UU. entre 1981 y 1989.
Reagan, que murió en 2004, es el presidente estadounidense más directamente asociado a la figura de Gorbachov, y los encuentros entre ambos líderes marcaron una época en los 80.
Su sucesor al frente de la Casa Blanca, George H.W. Bush, siguió la estela de Reagan y también mantuvo una relación de gran cordialidad con Gorbachov.
"Al final de la guerra fría los presidentes Bush y Gorbachov trabajaron juntos para asegurar que el fin de la era soviética fuese pacífico y llevase la libertad a millones de personas en Europa del este", indicaron desde la Fundación George y Barbara Bush.
"El presidente Bush solía decir que el presidente Gorbachov dio un paso en firme en un momento crítico de la historia para garantizar la paz mundial", añadieron desde la Fundación.
También el actor y exgobernador de California Arnold Schwarzenegger dijo en Twitter que Gorbachov era uno de sus héroes y amigos, y compartió una fotografía tomada junto a él.
Gorbachov falleció hoy en Moscú a la edad de 91 años, justo cuando su país ha renovado su antagonismo con Occidente.
Ni el Fondo Gorbachov ni sus allegados habían informado públicamente sobre su estado de salud, pero era un secreto a voces que "Gorbi", como era conocido en Occidente, estaba muy desmejorado.
Fuentes del Hospital Clínico Central de Moscú, donde murió, negaron que el fallecimiento tuviera relación alguna con el coronavirus, sino con su avanzada edad y las diferentes afecciones que arrastraba.
En sus últimas apariciones públicas hace dos años, la parada militar con ocasión del Día de la Victoria o el estreno en el Teatro de las Naciones de una obra de teatro que rehabilitaba su figura, se le vio siempre en silla de ruedas.
El antiguo mandatario será enterrado en los próximos días en el cementerio de personajes ilustres de Novodevichie en la capital rusa junto a su inseparable Raísa, que murió de leucemia en 1999.
Allí también yacen los restos de su mayor rival y primer presidente democráticamente elegido de la historia de la Federación Rusa, Boris Yeltsin.