¿Qué es la manzana de coco?
La manzana de coco no es más que una especie de esponja comestible. Cuando el coco madura, se desprende de la palmera, cae a la tierra y deja de ser una fruta para convertirse en una semilla.
En este proceso de germinación, comienza a crecer una pequeña palmera en la parte superior del coco. Mientras pasa esto, el agua dentro de la fruta comienza a secarse y crea una esponja. Así es como se forma la manzana de coco.
Cabe mencionar que, para encontrarla, el tallo que comienza a crecer debe medir alrededor de 25 centímetros. Si encuentras el tallo del coco en un tamaño menor a los 25 cm no te preocupes, lo que puedes hacer es agitar el coco para confirmar si todavía tiene agua.
Lo ideal es consumirla cuando tiene de tres a 15 centímetros de diámetro, puesto que en esta etapa es cuando conserva un sabor más dulce.
En caso de que el tallo rebase esta medida y si en la parte baja del coco comienzan a salirse raíces, el coco ya no será comestible. Debido a esto, es poco común encontrar una manzana de coco.
Cuando pelas el coco y lo partes en dos, lo que aparece dentro es una esponja color crema. Puedes comértela sin ningún ingrediente, recién sacada de la cáscara, y sentirás una textura suave, crujiente y tendrá ese sabor característico de la fruta.
También puedes consumirla rallada en alguna ensalada o postre; usarla para hacer dulces de coco; o también como un complemento para helados. Además en la cáscara puedes encontrar una mantequilla de coco, la cual sirve como complemento para helados, pasteles o cocteles de frutas.
El coco todavía conserva sus propiedades bacterianas y antioxidantes, así como algunos nutrientes como vitaminas C, B1 y B2, que te mantienen hidratado, y minerales como potasio, fósforo, calcio y hierro.
Es común encontrar esta fruta sobre la costa del Pacífico, en algunos estados como Guerrero, el mayor productor de cocos con 178.2 mil toneladas; es decir, el 80 por ciento de la producción nacional.