¿Recuerdas? Hace 32 años 'se apareció' el diablo en Durango y bailó con una joven
Durango no solo es conocido como la tierra del cine sino también por las leyendas que alberga la entidad, en el que múltiples sucesos han quedado para convertirse en parte de la historia que caracteriza a la tierra de los alacranes.
Una de la leyendas más conocidas y que hasta la fecha sigue siendo una verdadera incógnita sobre los hechos que pasaron en un viernes santo, es la leyenda de la discoteca Cyclons Discoteca, titulada 'El Diablo en Semana Santa'.
Cuenta la leyenda que en abril de 1990 y durante un viernes santo, un inexplicable acontecimiento tuvo lugar en el Cyclons; todo comienza cuando los jóvenes se daban cita en referido lugar para pasar una noche de baile en compañía de amigos, ahí una joven duranguense vivió sus peores momentos.
Josefina, una mujer que apenas cumplía los 18 años de vida, salió de su casa dispuesta a pasarla bien y disfrutar del momento bailando cuando en medio de la noche, un joven apuesto y de traje elegante, la invitó a bailar al centro de la pista a lo que la joven aceptó; a medida que bailaban, el joven se iba convirtiendo en una extraña forma, lo que eran sus pies, se estaban transformando en un pata de gallo y el otro en una pezuña de cabra, empezaba a emitir un fuerte olor a azufre y llegó un momento en el que nadie podía pronunciar ninguna palabra ni tampoco se podían mover del lugar de donde se encontraban.
Fue tanto el baile que Josefina junto con el hombre, empezaron a levantarse hasta casi llegar al techo del salón, cuando de repente se escuchó un ¡Ave María Purísima! y en ese preciso momento se apagó la luz quedando en tinieblas el recinto.
A lo segundos, regresó la luz y Josefina se encontraba inconsciente tirada en el suelo, con el vestido quemado y en la parte de la espalda se le veía la carne viva con una mano estampada. Los guardias de seguridad empezaron a buscar al bailarín sin lograr encontrarlo dentro de la discoteca.
Ante los hechos, dieron aviso a las corporaciones de seguridad quienes de inmediato iniciaron con la búsqueda del bailarín que aseguran iba a bordo de una camioneta, y aunque pudieron acorarlo en dos ocasiones, este desaparecía como por arte de magia. La persecución duró unos minutos y tuvo fin en la puerta central del Panteón de Oriente en donde aseguran entro la camioneta y se difuminó dentro del camposanto por lo que a pesar de la búsqueda no se logró obtener rastro de él.
La noticia se extendió por todo el estado, los que presenciaron el momento no quisieron dar más detalles pues no querían recordar lo que sucedió aquel viernes santo. La familia de Josefina huyo de la ciudad al día siguiente sin dejar rastro ni información.
En la actualidad el Cyclons se encuentra en total abandono y en ruinas, muchos aseguran que existe algo malo en su interior pues al pasar por afuera del lugar todavía se puede escuchar la risa del sujeto que hasta la fecha se desconoce qué era.