Tras un injerto de piel en la cara, le creció vello púbico
A los 9 años de edad, Crystal Coobs una mujer estadounidense, tuvo que ser intervenida quirúrgicamente para poder salvarle el rostro, pues al sufrir un ataque de perro los médicos se vieron obligados a hacer la operación de injerto de piel.
Crystal obtuvo dicho injerto de su propia ingle. Lo que se pretendía quedar en el pasado, recobró vida años más tarde, pues le empezó a crecer vello púbico en el injerto que se le implantó en la mejilla y es que estos efectos nunca se lo anunciaron sus médicos, por lo que se volvió algo vergonzoso para la joven mientras iba creciendo.
Años más tarde, un programa de televisión estadounidense aceptó su caso para poder restaurar el daño que esta operación le había ocasionado y a pesar de ser un procedimiento arriesgado, lograron devolverle la sonrisa a Crystal, ya que los médicos insertaron un relleno de espacio para poder estirarle la piel y con ello poder cerrar el espacio del brote de vello público en la mejilla.