Usos medicinales de la miel de abeja
El cambio de clima, así como ciertos contaminantes e incluso el virus de la gripe e influenza pueden irritar nuestra garganta y por consiguiente que la tos llegue.
Independientemente de los medicamentos que tu médico pueda recetarte, nunca está demás apoyarnos de las maravillas que la naturaleza nos regala, por ejemplo, la miel de abeja, que posee propiedades curativas y nutritivas gracias a sus minerales como el sodio, calcio, magnesio, potasio, hierro, cobre, manganeso, fósforo, zinc, selenio y vitaminas A, C y B. Además se compone de 16 tipos de azúcares, entre los que destacan la levulosa o fructosa y la dextrosa o glucosa. Ambas la convierten en un alimento con alto valor energético y de fácil digestión, lo que es ideal para niños y adultos mayores.
Su uso medicinal se le da desde tiempos antiguos. Se sabe que los egipcios y griegos la empleaban como loción antiséptica, tonificante, diurético y calmante de dolores. Hoy en día funciona como un remedio casero para combatir bacterias y virus pues fortalece el sistema inmunológico, además combate la anemia, la inflamación del intestino, el estreñimiento y los dolores de cabeza.
Es famosa por su propóleo, una resina con un aroma dulce que emplean las abejas para sellar sus colmenas y desinfectarlas y que se puede usar como anestésico, antiinflamatorio, cicatrizante y aliado para combatir afecciones respiratorias como la faringitis, bronquitis y amigdalitis; infecciones bucales como la inflamación de las encías; infecciones del aparato digestivo como gastritis; daños en la piel como quemaduras, acné o cualquier herida; alivio para trastornos metabólicos.
Entre los remedios más populares se encuentra contra la tos. Basta con hervir en agua un limón entero por 10 minutos, luego cortarlo por la mitad, exprimirlo y agregar dos cucharadas de miel. Toma una cucharadita cada cuadro horas.
Alivio
Para combatir colitis y estreñimiento, solo a añade una o dos cucharaditas de miel como endulzante a cualquiera de tus alimentos.
A favor
El propóleo es empleado como anestésico, antiinflamatorio y hasta cicatrizante.