Alfonso Cuarón inspira a becarios en el Auditorio Nacional: los fracasos no son fracasos
El cineasta mexicano Alfonso Cuarón sostuvo un encuentro con los 10 mil becarios de la Fundación Telmex en el evento “México Siglo XXI”, que cada año tienen la oportunidad de conocer a grandes personalidades en el mundo de la ciencia, tecnología, arte y entretenimiento, con la intención de inspirar a los jóvenes con sus historias de vida y su trayectoria en la industria.
"Yo siempre quise hacer cine desde que era niño, no sé cuándo fue, pero me acuerdo que jugaba, hacía juegos como fantasías, era como una película de fantasía y luego me di cuenta que la gente hacía estas cosas del cine y entendí que eso eran mis fantasías, a lo que jugaba”, contó el director mexicano al ser cuestionado sobre de cómo se dio cuenta de lo que quería ser.
La serie de preguntas de los estudiantes, moderadas por Daniela Michel, fundadora y directora general del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), estuvieron encaminadas en su éxito en la industria, el reconocimiento al hacer cine con toda la esencia mexicana, así como en lo que aconseja para vencer el miedo y no desanimarse, principalmente para aquellos que buscan dedicarse a las artes.
LOS FRACASOS NO SON FRACASOS
“Si la gente se decepciona y ya no quiere hacer cine es que nunca quiso hacer cine. Decepcionarse (…) eso es parte de tu carrera, en cualquiera que elijan se van a decepcionar, en cualquier cosa que hagan van a fracasar, pero el fracaso no es fracaso, es aprendizaje, es punto de partida”, dijo Cuarón para luego ser aplaudido por los jóvenes que expresaban su admiración a gritos.
“Ustedes son una generación que goza de tecnologías para hacer cine que ya se puede hacer con poquitísimos recursos, antes no se tenía y ahora sí, hasta se hacen con celulares y terminan en festivales, así que el decepcionarse no es excusa. Ustedes son la primera generación que existe desde antes del Renacimiento, que ha nacido con un nuevo set de herramientas y se distinguen impresionantemente de nuestra generación, tiene una manera intuitiva de relacionarse, aprovechen eso, sigan instintos de utilizar esa intuición, cambien esos paradigmas y a partir de eso, tienen que hacer lo que era impensable para nosotros”, añadió el director de filmes como “Roma” (2018), “Gravedad” (2013), “Niños del hombre” (2006), “Harry Potter y el prisionero de Askaban” (2004), “Y tu mamá también” (2001), entre muchos otros que viven en la memoria del público no solo de México sino del mundo.
SEGUIR EL INSTINTO
Relacionado con esto mismo, uno de los becarios preguntó a Cuarón cuál es la clave del éxito, a lo que respondió “el éxito no es salir en fotos ni en la televisión, yo conozco gente que no es famosa y tienen todo el éxito porque llevan una vida plena, entonces hay que preguntarse qué es el éxito para nosotros (…) la fórmula es la pasión, la generosidad y seguir instintos”.
En cuanto a su llegada a Hollywood con un proyecto que representa ampliamente la vida en México con su cinta “Roma”, y el cómo rompió barreras para ser aceptados, explicó que no lo hizo buscando ser aprobado, sino siendo sincero con lo que se es. “Hay que quitarse eso de que ser mexicano es una limitación. Por cinco minutos, una vez traté de moldear y cambiar mi acento, que dejara de tener rasgos mexicanos, pero nunca he podido hablar con otro acento que no sea el chilango”, dijo riendo. “Es una cuestión que no la puedo soltar, el ser auténtico es lo primero y todo eso después se convirtió en virtud”.
Finalmente dijo a los jóvenes que sigan sus sueños, pero sin perder lo que son, pese a que en algún momento llegue la desilusión. “Así me siento todos los días, y es normal, es un sentimiento normal la duda. La parte fundamental es el instinto, muchas veces piensas que ‘no es por ahí’ pero es importante conectarse con la semilla de la idea original, el por qué iniciamos haciendo eso; si te conectas con eso te dirás ‘vas bien’, ‘no dudes’ o también el ‘qué bueno que llegaron las alarmas y no va por ahí’, es importante no perder el instinto, lo original y no hay que perderlo”.