Alguna vez fue bonito
Si bien, no se puede hablar de que la cuchilla del bulevar Domingo Arrieta está en total abandono, sí requiere atención a detalle para que pueda lucir como cuando la obra fue entregada.
El pasto siempre está regado y evidentemente es podado con frecuencia, además de que la limpieza en el lugar es constante.
Sin embargo, hay cosas que impiden que este espacio luzca con todo su esplendor, a pesar de tener poco tiempo de existir.
Ninguna de sus tres fuentes (que alguna vez fueron danzantes y con luces de colores) funciona; más bien, están convertidas en basureros.
Varias personas en situación de calle han hecho de este espacio su lugar para dormir y permanecer la mayor parte del día.
Si bien, la calle es de todos, constantemente tiran basura, hacen sus necesidades fisiológicas y se embriagan en el lugar, lo que inhibe el tránsito de algunas personas.
Las bancas están rotas y algunas hasta quemadas, mientras que los macetones han sido vandalizados.
En algún momento, esta cuchilla fue un área familiar, atractiva para los niños que pasean en bicicleta o para quienes gustan de caminar, pero hoy poca gente transita por el maltratado lugar.
Daño
Como en muchos lados, en esta cuchilla los vándalos han hecho de las suyas.
Cambio
La cuchilla del bulevar Domingo Arrieta fue creada cuando desapareció la calle Barraza para ampliar la vialidad.
Sin funcionar
Las fuentes están convertidas en depósitos de basura. El agua está muy sucia.
Zona
Personas en situación de calle han hecho de este espacio su lugar para dormir.
Descuido
A este árbol que fue transformado en una pieza artística ya le faltan ramas.
Vagos
Algunos vagos prenden fuego a la basura que los encargados de la limpieza juntan para luego llevarla a tirar.
Desorden
Dejan la basura en las bancas en vez de depositarla en los contenedores habilitados para ello.