Una cucharadita de bicarbonato de sodio es suficiente para suavizar los purés y darles una consistencia un poco más cremosa.
Limpia tus frutas y verduras: Cuando haces la compra de estos insumos, pueden contener bacterias y bichos indeseables que podrás eliminar con el uso de un poco de bicarbonato de sodio. Ponlos en un recipiente con agua y echa una cucharada de bicarbonato, deja reposar por 10 minutos y así podrás desinfectarlos. ¡Genial!
Úsalo como levadura casera para tus postres: El bicarbonato ayuda a que la masa se eleve y se esponje, hecho que ocurre cuando se mezcla son sustancias ácidas como el vinagre, el limón o el yogur. La combinación de ambas sustancias libera dióxido de carbono y esta reacción provoca el efecto levadura.
Deshace la cebolla: No a todos les encanta sentir la textura crujiente de la cebolla, incluso cuando la fríes y la cocinas, existen algunos platillos en los que no es tan necesario sentirla, por eso si la fríes en un poco de aceite y agregas una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio podrás deshacer que tenga la textura parecida a la de la pasta.
Suaviza y limpia las legumbres en remojo: Si olvidas ponerlas a remojar la noche anterior, este truco te salvará: ponlas a remojar en una olla y echa una cucharada de bicarbonato de sodio por cada litro de agua que uses y ¡verás cómo se ablandan y se hace más digeribles.
Haz la carne más tierna: Con una cucharada de bicarbonato de sodio, será suficiente para ablandar los filetes o los trozos de carne que tengas listos para cocinar o echar a la parrilla.
Tus omelette quedarán más esponjosos: Con una cucharada de bicarbonato, tus omelettes adquirirán una consistencia esponjosita y deliciosa. ¡Pruébalo y nos cuentas!
Elimina el olor de la coliflor al cocinarla: Los que cocinamos con esta verdura sabemos que el olor de la coliflor al cocinarse es penetrante y no muy agradable, por eso si quieres evitarlo, puedes echar una pizca de bicarbonato y ¡santo remedio!
Haz tu propio refresco: ¿Quieres hacer tu propio refresco casero? Lo único que necesitas Es un vaso, agua, azúcar, una cuchara de bicarbonato de sodio y un limón o naranja a tu gusto. Primero exprime la fruta en el vaso. Después agrega la misma cantidad de agua y el zumo que hayas obtenido. A continuación echa una cucharada de bicarbonato de sodio y remuévelo todo. Por último, pruébalo y echa azúcar hasta lograr el sabor que deseas. ¡Ya tienes tu refresco listo!