
‘Como agua para chocolate’, la serie, está lista
Un viaje de sabores y pasiones está por llegar con el fin de las grabaciones de “Como agua para chocolate”, la nueva serie de HBO basada en la novela de Laura Esquivel, producción que comenzó a filmarse en septiembre pasado y se extendió durante nueve semanas por Ciudad de México, en haciendas del Estado de Tlaxcala, involucrando aproximadamente a mil 200 personas, incluyendo a su gran elenco y equipo.
“’Como agua para chocolate’ es un clásico de la literatura mexicana. La historia, ubicada en tiempos de la Revolución, habla también de otro tipo de lucha: la de las mujeres lidiando por controlar su propio destino. ‘Ventanarosa’ está muy emocionada de poder adaptar esta extraordinaria novela de Laura Esquivel para una nueva generación de espectadores”, señaló Salma Hayek Pinault, productora ejecutiva de la serie por parte de Ventanarosa Productions.
FEMINISMO, TRADICIÓN Y FAMILIA
Por su parte, la directora Ana Lorena Pérez Ríos compartió lo que fue hacer esta serie. “Se convirtió en uno de los retos más emocionantes de mi carrera. Me conectó con el linaje de las mujeres en mi familia, con las tradiciones que cargamos entre generaciones y con el papel de la mujer en una sociedad que constantemente lucha entre el ‘ser y el deber ser’. Me llevo una experiencia muy enriquecedora de haber podido contar un mundo emocional profundo y lleno de matices”.
De igual forma Julián de Tavira, director principal de la serie, comentó que el proyecto es un gran orgullo para toda la producción y el equipo, sobre todo por la historia que se cuenta, un verdadero éxito mexicano que también es un reflejo de este país.
“Una historia tan emotiva, que representa una época tan emblemática de la historia de nuestro país y presume su gastronomía, hacer una historia que tiene una voz primordialmente femenina para mí ha sido un desafío”.
Añadió que una de las partes más satisfactorias fue contar con un elenco tan talentoso, pues tuvieron la fortuna de “contar con un fantástico elenco que se entregó sin ningún reparo con un muchísima generosidad y talento”.
UN ELENCO COMPLETO
Y es que la serie cuenta con Irene Azuela como Mamá Elena, quien reflexionó que “la filmación de ‘Como agua para chocolate’ tuvo una sazón exquisita. Fue una mezcla de suavidad e inteligencia femenina inolvidable. Es increíble como una historia del México en 1900 pueda tener tanta relevancia hoy en día. Pareciera que nuestros corazones siguen queriendo apostar por el amor”.
Azul Guaita, quien da vida a Tita, comentó que es “un proyecto lleno de amor y mucho esfuerzo que me ayudo a enfrentar mis miedos y superarme como persona. Estaré eternamente agradecida con cada una de las personas involucradas”.
El actor Andrés Baida, quien interpreta a Pedro, destacó que ser parte de este proyecto fue una enorme travesía. “Es la primera vez que me enfrento a un personaje de esta magnitud. De este proyecto me llevo mucha humildad y disciplina, Pedro me enseñó muchas cosas, tanto buenas como malas. Enfrenté muchos retos (...) Y quedo eternamente agradecido con toda la gente involucrada que hizo equipo”.
UNA HISTORIA DE AMOR Y COCINA
Retratar toda la época fue retador, no solo en la selección de locaciones. El vestuario, a cargo de la talentosa Amanda Cárcamo, estuvo basado en prendas de lana como se estilaba en la época de la revolución mexicana en la que tiene lugar la historia. “La inspiración sale de los guiones, de las imágenes y la investigación que hicimos para el proyecto. Depuramos mucho para aterrizarlo a los personajes de nuestra historia. No podemos desprendernos de la novela ni de la película que vimos en los años 90 y que marcó a toda una generación”, compartió.
“Como agua para chocolate” mostrará que la tradición no siempre es el mejor camino. Tita y Pedro son dos almas enamoradas que no pueden estar juntas debido a las arraigadas costumbres familiares, las cuales obligarán a los protagonistas a navegar con tintes y sabores mágicos entre el destino dictaminado por su familia y la lucha por su amor, mientras son acompañados por su mayor refugio: la cocina.