¡Hogar, seguro hogar!
Las viviendas están expuestas a diferentes amenazas: sismos, incendios, cortos circuitos, huracanes, inundaciones, entre otros sucesos.
Contar con un seguro de hogar ayuda a proteger tu patrimonio ya que, en caso de desastre, puede amparar tanto la estructura del inmueble como lo que alberga en su interior.
Existen distintas coberturas, algunas de las cuales permiten incluir bienes de gran valor, como joyas, equipos informáticos o piezas de arte. La indemnización establecida en el contrato puede destinarse a la reparación o reposición de los objetos. De ahí que deba hacerse una revisión minuciosa del tipo de póliza y sus cláusulas para no llevarse sorpresas desagradables.
¡AGUAS CON LA LLUVIA!
En esta época del año, las viviendas corren mayor riesgo a causa de las lluvias y otros fenómenos relacionados. Las precipitaciones pueden ocasionar desde cortos circuitos hasta variaciones de voltaje que afectan una variedad de aparatos de uso común, tales como pantallas, refrigeradores, hornos de microondas, lavadoras o computadoras.
Los fuertes vientos que acompañan a las lluvias llegan a producir daños en instalaciones de gas o electricidad, así como en tuberías. Otras consecuencias frecuentes son la caída de árboles o anuncios espectaculares, que no solo ponen en riesgo los inmuebles, sino también a los habitantes.
Entre las afectaciones menores se encuentran el deterioro de puertas, bardas o techos, así como ventanas quebradas. Además de hacer pasar un buen susto a las familias, estos eventos ocasionan grandes pérdidas económicas que pueden ascender a varios miles de pesos y desestabilizar las finanzas de los hogares.