El Gobierno estadounidense lamentó este sábado el fallecimiento del papa emérito Benedicto XVI, un líder "dedicado y comprometido" con el diálogo interreligioso.
A través de un comunicado firmado por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, el Gobierno de Joe Biden ofreció su "sentido pésame" a los fieles católicos de todo el mundo, a la Santa Sede y a "todos aquellos cuyas vidas fueron enriquecidas por la guía espiritual del papa emérito".
Benedicto XVI, que fue papa desde 2005 hasta su renuncia en 2013, falleció este sábado a los 95 años en el monasterio vaticano en el que residía desde su histórica renuncia en 2013 y sus exequias serán la próxima semana, de forma sobria y solemne, siguiendo su voluntad.
En el comunicado, Blinken define al alemán como "un hombre santo, testigo de la fe" y un "defensor de las personas vulnerables, incluidos los refugiados, los desplazados internos y los migrantes".
"Apoyó medidas legales internacionales para defenderlos. Fue un teólogo de renombre dentro de la Iglesia católica durante décadas", añadió el Secretario.
Los restos del Papa emérito permanecerán hasta el lunes en el monasterio Mater Ecclesiae sin visitas oficiales ni oraciones públicas previstas y ese día serán expuestos hasta el miércoles en la Basílica de San Pedro para su despedida por los fieles.
El jueves tendrá lugar el funeral oficiado por el papa Francisco en la plaza de San Pedro al que solo asistirán delegaciones oficiales de Italia y Alemania, mientras que otras autoridades podrán acudir a título personal.