Magdalena Gaucín Morales, una líder nata

Determinante, valiente y propositiva. Una mujer para la que no ha sido fácil destacar en un ámbito preponderantemente de hombres. No sólo como empresaria, pues “es un sector, donde no estamos de manera natural las mujeres”. Ella es la Licenciada María Magdalena Gaucín Morales, actualmente, presidenta del Consejo Coordinador Empresarial Durango (CCE) y consejera nacional de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (CANACINTRA).

Su familia ha sido una parte muy importante en su desarrollo, pues siempre contó con el apoyo de su papá, quien además, la impulsó a trabajar sin miedo y siempre con las herramientas necesarias.

Hoy, es una figura de referencia en el ámbito empresarial, un sector en el que prácticamente creció, pues su familia siempre estuvo inmiscuida en la iniciativa privada.

En entrevista, Gaucín Morales, nos revela cómo ha sido estar en el sector empresarial y cómo ha logrado equilibrarlo con su vida personal

¿Ha sido complicado desarrollarse en un sector donde predominan los hombres?

Sí, ha sido difícil. Empecé a trabajar a los 20 años de manera formal, a la par de estudiar. Estaba muy joven y era difícil que alguien pudiera tomarme en serio.

Siento que con la formalidad y firmeza que siempre he tenido me ha ayudado. Una vez que tomo una decisión es complicado que renuncie a ella, cuando la veo factible. Cuando empiezo a trabajar en este ámbito, tengo que actuar de una manera decidida. Con mucha responsabilidad, la asumo hasta cierto punto, aun cuando no disfrutando tanto mi juventud.

¿Qué representa la familia?

Representa mi todo. Quien me formó a mí, prácticamente fue mi papá. Para mí, su guía fue muy importante, me ayudó a formar un carácter firme y decidido, sobre todo, a darme la fortaleza que yo necesitaba, para poder seguir adelante y el respaldo que yo necesitaba.

¿Qué consejo le dio su papá, que le haya ayudado?

Siempre me dijo que todo se puede hacer y transformar mientras haya vida. Es por eso que nunca me he permitido decir que no puedo. A veces, tengo ganas de disfrutar un poco más de hacer cosas personales, pero siempre debo sacar adelante los proyectos por más complicados que estén.

Cuando empezamos una carrera entre lo político empresarial, hay que involucrarse para poder opinar. Este rol de atender la empresa, la familia y atender una dirigencia empresarial, ha sido el trabajo más complicado al que me he enfrentado porque, además, he emprendido otros proyectos nuevos que no se veían en otras épocas.

En su faceta como mamá, ¿qué es lo que más ha disfrutado?

Lo que más disfruto son las comidas con mis hijas, que aun cuando es algo muy cotidiano, para nosotros es el momento de estar juntas. Algo a lo que nunca renuncié desde que eran niñas, fue llevarlas y recogerlas de la escuela y comer con ellas. Ahorita ellas ya no están conmigo, ambas están fuera de Durango, pero hasta su época de preparatoria, fue algo cotidiano que nos fortalecía como familia. Reunirnos a la hora de la comida es algo que me heredaron mi mamá y mi papá.

¿Cuál es el mejor consejo que le ha dado a sus hijas?

Yo siempre les digo que no tengan miedo a trabajar, a ser ellas mismas y desarrollarse en lo que les gusta y que encuentren sus propias capacidades.

Siempre les he dicho que sean felices. La menor, está entre Diseño y Arquitectura, y la mayor, estudió Relaciones Internacionales, son los caminos que eligieron y a mí, me toca apoyarlas y pedirles que encuentren su felicidad y trabajen en lo que quieran desarrollarse profesionalmente.

¿Cómo festeja el Día de las madre?

Si es entre semana, procuramos pasar el festejo al fin de semana para estar con la familia. Eso es algo que extraño de cuando estaban pequeñas mis hijas, porque me encantaba ir a los festivales escolares y acompañarlas con sus compañeras, era día especial. Y ahora, es otra faceta, ellas ya viven fuera de Durango. Pero siempre festejamos, aun cuando no sea exactamente en ese día.

¿Qué opina del papel de la mujer en la vida pública de México?

Hay cambios, sin embargo, siento que hace falta más decisión de parte de la mujer. El empoderamiento lo veo como un tema personal, que tiene que ver con la preparación, tenemos que conocernos primero nosotras, para saber qué es lo que queremos y de ahí viene el empoderamiento. Mientras no sepamos hacia dónde vamos en el ámbito profesional, nos enfrentamos con nosotras mismas para posicionarnos e ir abriendo espacios para el sector de las mujeres. Es decir, es importante enfocarse a dirigir nuestros propios destinos.

Y en este sentido, ¿Cómo ve a la mujer en Durango?

Me da mucho gusto ver a tantas mujeres preparadas, y afortunadamente cada vez son más. En la actualidad, tenemos dos nuevas presidentas que se acaban de integrar, como presidentas de Canaco en más de 100 años no había tenido una mujer, igual que Canirac, lo que resulta relevante.

Por ello, considero que es cuestión de decidirse y trabajar para lograr los objetivos. Una vez que levantamos la mano, nuestras capacidades surgen. Eso me encanta.

¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrenta la mujer actualmente?

Son varios retos, la violencia es un tema fuerte. Desgraciadamente, lo vemos en gente cercana a la mujer como la pareja, y no sólo en la violencia física, sino también verbal. La educación que se imparte en el núcleo familiar es el principal problema que no permite desarrollarse bien esa parte interior que necesitamos. Por eso, tenemos que trabajar como sociedad en una educación, en la que también los varones se involucren. Me gustaría en un futuro ver cómo las nuevas generaciones están trabajando para que esa educación exista desde el núcleo familiar.

El gran reto en la Administración Pública, lo veo más complicado, porque a pesar de que ya vemos el tema de equidad de género, hace falta más poder de decisión. A pesar de que se trabaja en políticas públicas, en la toma de decisiones, hace falta todavía mayor participación de la mujer.

Hay retos en la cuestión económica y tenemos que decirlo, para que la mujer esté empoderada, tiene que surgir la parte donde ella se sienta valorada y que se pueda desarrollar plenamente, porque la problemática a la que se enfrenta es la desigualdad a la hora de remuneración y toda esa parte donde a pesar de que se ha luchado, no se han obtenido los resultados esperados.

¿Cómo ha sido estar al frente del CCE?

Venía de coordinar Canacintra y ahora, me toca coordinar 21 organismos, donde hay diferentes líderes, y eso implica coordinar liderazgos, donde tengo que conocer de todo, para poder ayudarlos. Siento que el gran reto es poder coordinar los esfuerzos de todos para estar en un equilibrio y a la vez, estar con esa interrelación entre empresarios y gobierno. El año pasado el reto fue porque veníamos de una pandemia y además nos enfrentamos a un cambio de Gobierno y poder transitar en ello, fue un reto importante.

Y ¿Cuáles han sido las satisfacciones al frente del CCE?

Cuando a los propios socios, presidentes, les gusta un posicionamiento que se hace, en defensa del sector empresarial, y las batallas que damos a diario, eso me llena de satisfacción. Asimismo, el tener nuestra propia agenda empresarial y poder decir que trabajamos en favor de los organismos que forman parte del CCE. Es un honor para mí que se sientan representados y creo que ha sido positivo y representa un logro el mantener un Consejo Coordinador unido, a pesar de la transición gubernamental que pasamos el año pasado y seguir fortalecidos.

¿Considera que el papel de las mujeres en las empresas en Durango ha avanzado?

Sí ha avanzado, pero considero que hace falta que la mujer se involucre de manera natural en otros sectores como la industria. Por naturaleza está en temas de servicio o comercio, pero hace falta que se involucre más en la toma de decisiones. Sobre todo, una vez que se gradúan de una ingeniería que la ejerzan y se involucren más. Aun cuando es complicado, porque, por ejemplo, el sector minero está fuera de la ciudad, en zonas alejadas, necesitamos ver mujeres en cargos directivos, así como lo vemos en otros países como Canadá o Australia, ojalá pronto veamos a más mujeres en la toma de decisiones.

¿Algún mensaje para aquellas mujeres que no se animan a emprender?

Lo más importante es que desarrollen algo que les guste, porque cuando se enfoquen en ello, verán sus fortalezas, todo lo que pueden hacer, muchas veces no sabemos cuál es nuestra vocación, pero cuando la descubrimos, nos empoderamos y desarrollarnos. Vean sus cualidades, desarróllenlas y luego, emprendan, con eso van a empezar a generar sus propios recursos y ese es el camino que las llevará a ser empresarias exitosas.