Museo de Culturas Populares: interactivo y renovado
Con talleres para todo público, más interactivo que nunca y con salas organizadas en su nueva ubicación, el Museo de las Culturas Populares de Durango reabre sus puertas para difundir la producción artesanal de este estado.
A tan solo unos metros de uno de los museos más activos de la ciudad, los Gurza, es donde el Museo de Culturas Populares encontró su nuevo hogar, en la calle de Negrete. Una Casona que le permite a todos los que trabajan en este proyecto, realizar nuevas actividades y mostrar con total libertad el acervo que alberga desde 1995.
NUEVO ESPACIO, NUEVAS DINÁMICAS
Y es que si bien el acervo, en su mayoría, es el mismo, lo cierto es que su nueva localización le permite al lugar hacer mucho más. Al respecto, el también nuevo director del recinto Alfonso Villarreal, habló con El Siglo de Durango de los cambios y retos que ahora enfrentan desde su apertura hace apenas dos semanas.
“Ha tenido mucha afluencia, ha sido muy aceptado. Viene gente de aquí mismo muy interesa y contenta porque les ha gustado el espacio y también hemos recibido gente de otros estados como Nayarit, Sinaloa, Estado de México y todos se van muy contentos”, señaló el director.
Lo anterior se debe a la nueva museografía que tiene, pues se buscó dar un giro completo al acomodo que había en su antiguo espacio. “El lugar donde estaba anteriormente, además de que no tenía mucha difusión, estaba muy olvidado, yo decía que era una fotografía húmeda, todo inerte. Lo que queremos dar nosotros es el servicio a los duranguenses y turistas, para que conozcan ahora sí que las culturas populares de nuestro estado. Al llamarse así este lugar, abarca desde lo más artesanal hasta lo más contemporáneo.
SALAS RENOVADAS
Iniciando desde la entrada al museo, se encuentra la sala de cestería, donde se aprecian objetos, principalmente canastas, hechos de fibras naturales como el maguey, soyate y nopal. En esta misma área se hallan las máscaras del maestro Roberto Macías, hechas de penca.
Al frente está una sala de proyección y vestuario, donde se encuentran algunos vestuarios y accesorios tradicionales de los tepehuanos; en esa misma zona se proyectarán videos de distintos acontecimientos de los artesanos del estado.
Enseguida está la sala de textiles, donde se están materiales propios de la étnica hiuichola y o’dam, así como telares y vestuarios. Adjunta está el área de cerámica de artesanos de Durango.
COCINA TRADICIONAL INTERACTIVA
Unos metros adelante, del lado izquierdo, está la cocina tradicional, una de las zonas más vistosas del recinto, tanto por sus colores como sus muebles, entre ellos, una pequeña mesa con sillas en tono azul, y otros objetos como sartenes antiguos, molcajetes y otros utensilios hechos de piedra.
Lo destacado de esta sala es que en ella los visitantes podrán interactuar, al tener la posibilidad de aprender a moler y desgranar maíz, además de que se da una breve explicación sobre su origen.
La sala de premios se ubica a la derecha, compuesta por artesanías ganadoras duranguenses que se quedan para exposición.
“El espacio de la salud” es uno de los lugares nuevos del recinto y otro de los más importantes. Se trata de una muestra de herbolaria, donde se exhiben algunas plantas y se explica, por medio de un experto, sus bondades y usos, con el fin de que los visitantes conozcan esta alternativa natural y puedan preparar sus propios remedios.
Al fondo, ya prácticamente al final, están en un patio las máscaras del maestro Trino junto a un telar, el cual está en función y del que a finales de año, se dará un curso.
Todas estas área o secciones convierte al nuevo Museo de las Culturas Populares en un recinto listo para recibir al público. “Nosotros pretendemos es servirle a los visitantes no solo en lo visual, sino en algo que se lleven a su familia o casas”, concluyó el director.
El próximo 22 de abril se abrirá un taller de bordado, mientras que el 26 del mismo mes, se realizará uno de mandalas y en mayo un taller de herbolaria y fabricación de microdosis.