
Por qué debes cultivar plantas
Tanto si eres un jardinero experimentado como un novato que no sabe por dónde tiene que empezar, montar tu propio huerto y hacerlo prosperar puede ser una experiencia divertida y enriquecedora, también para la salud. Y hay datos científicos que respaldan esta creencia.
Un nuevo estudio de la Universidad de Colorado Boulder, cuyos resultados se han publicado en Lancet Planetary Health, ha demostrado que la jardinería puede mejorar la salud física y mental. Y los efectos todavía son mejores si esta actividad se hace en grupo, ya que fomenta las conexiones personales.
El contacto con el huerto lleva a una mejor vida
No son datos para tomar a broma. "Estos hallazgos aportan pruebas concretas de que la jardinería comunitaria podría desempeñar un papel importante en la prevención del cáncer, las enfermedades crónicas y los trastornos mentales", ha afirmado Jill Litt, autora principal del trabajo.
Para llegar a estas conclusiones, los científicos analizaron a 291 voluntarios de la ciudad de Denver. A la mitad se le pidió que hiciera jardinería grupal tras la última helada de primavera; la otra mitad tuvieron que esperar un año para cultivar su huerto.
En la revisión del otoño siguiente descubrieron que los miembros del grupo de jardinería, solamente por estar en contacto con los vegetales, habían comenzado a tomar, de media, 1,4 gramos más de fibra al día. Esta parte de las plantas es esencial para para prevenir la diabetes y el cáncer, así como tener una mejor flora intestinal.
De forma paralela, los jardineros también comenzaron a hacer más ejercicio físico. En total, los niveles de actividad aumentaron alrededor de 42 minutos semanales. Y también está el aspecto social: "Incluso si vienes al huerto con la intención de cultivar tus propios alimentos en un lugar tranquilo, empiezas a mirar la parcela de tu vecino y a compartir técnicas y recetas, y con el tiempo las relaciones florecen".
Por lo tanto, la jardinería solamente tiene beneficios. Así que siempre se está a tiempo de empezar a cultivar plantas, frutas y verduras. Es tan sencillo como comprar una maceta- o montar un huerto pequeño para los más manitas - y plantar las semillas.
Si no tienes ni idea, empieza por los tomates
Siempre hay que comenzar por lo más sencillo, y en este caso es apostar por los tomates. No dan demasiada faena y siempre viene bien tenerlos a mano para cualquier elaboración. Estos son los pasos que debes seguir para tener tus primeros tomates:
- Elige un lugar para tu huerto. Ten en cuenta que debe recibir al menos 6 horas de luz solar directa al día.
- Prepara la tierra, asegúrate de que drena bien y tiene un pH de entre 6,0 y 7,0.
- Planta las semillas siguiendo las instrucciones del envase, asegurándote de espaciarlas según la distancia recomendada.
- Rocía las semillas a diario durante los primeros 7 a 10 días.
- Pasados estos primeros días, riega las plantas con regularidad, asegurándote de que la tierra esté siempre húmeda pero no encharcada.
- Sujeta las plantas para que tengan un soporte al que agarrarse a medida que crecen
- Riega las plantitas con regularidad, asegurándote de que la tierra esté siempre húmeda pero no encharcada.